El centro tecnológico AINIA ha desarrollado diversas técnicas innovadoras para la detección y cuantificación de residuos y contaminantes emergentes en carne, productos hortofrutícolas y vino.

El sistema permite conocer de manera más rápida y exhaustiva que con los métodos tradicionales, la existencia de compuestos tóxicos perjudiciales para la salud. Por ejemplo, puede detectar hasta setecientos plaguicidas en un mismo análisis. El proyecto Métodos, en el que AINIA ha trabajado con siete empresas valencianas, se centra en el desarrollo de técnicas rápidas de análisis físico-químicos que aceleren la detección y evaluación de riesgos emergentes que han sido seleccionados en función de los últimos requerimientos legislativos, alertas recientes así como necesidades del mercado.

Esta investigación, basada principalmente en tecnologías cromatográficas de última generación, permite la validación precoz de riesgos potenciales en productos hortofrutícolas, carnes y vinos, lo que supone una reducción de los tiempos de espera para la obtención de resultados. Además, contribuye a minimizar el desperdicio alimentario, ya que facilita la adopción de medidas correctoras antes de que los riesgos emergentes se conviertan en crisis alimentarias.

Las bodegas de vino también podrán aplicar los nuevos sistemas de análisis para, por ejemplo, abordar el problema del sabor a corcho del vino, un fenómeno relacionado con la contaminación por anisoles, que genera importantes pérdidas económicas en el sector.