Transferir conocimientos al sector viticultor para mejorar la aplicación de fitosanitarios en viñedo es el objetivo de los talleres que se están desarrollando esta semana en el marco del proyecto FITOVID, una investigación liderada por NEIKER-Tecnalia, Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, con la que se ha logrado disminuir la necesidad de fitosanitarios hasta un 50% para tratar las enfermedades más habituales de la vid.

Los talleres, dirigidos al sector viticultor de las tres provincnias vascas, cuentan con la participación de Amaia Ortiz (NEIKER-Tecnalia) que aborda el uso sostenible de fitosanitarios en agricultura. A continuación, Ana Díez (NEIKER-Tecnalia) explica los resultados del proyecto FITOVID, cuyo objetivo principal era demostrar que es posible reducir el impacto ambiental de la producción de uva si se disminuyen las aplicaciones de fitosanitarios.

En el caso del mildiu, se ha logrado reducir un 50% el número de tratamientos necesarios, y en el oídio, un 20% respecto al modelo habitual aplicado por bodega o viticultor. Sobre una hectárea, esta reducción permitiría un ahorro económico del 28% para el control del mildiu y del 90% para el oídio.

En los talleres también intervienen Inés Baigorri (Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa), que diserta sobre la gestión de enfermedades en viñedos mediante una aplicación informática; Egoi Martioda (Zerbinek), que presenta la transición a una dosificación fitosanitaria justificada; y Jordi Llop (Universidad Politécnica de Cataluña), que explica cómo mejorar la gestión de los productos fitosanitarios manteniendo la eficacia y reduciendo costes.

Junto a NEIKER-Tecnalia colaboran en la organización de los talleres la Universidad Politécnica de Cataluña, la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa, y las denominaciones de origen Arabako Txakolina, Bizkaiko Txakolina y Getariako Txakolina.

El proyecto FITOVID está alineado con las prioridades estratégicas del Gobierno Vasco en lo que se refiere a la aplicación sostenible de fitosanitarios y al uso de planteamientos o técnicas alternativas no químicas. Esto permite un incremento del valor añadido de la uva y el vino gracias a una diferenciación del producto en términos ambientales y de producción sostenible -Economía verde-, repercutiendo todo ello en la mejora de la competitividad del sector vitivinícola de Euskadi.