De nada han servido las advertencias de todo el sector citrícola europeo sobre los riesgos de introducción de la mancha negra de los cítricos (Citrus Black Spot), causada por el hongo Phyllosticta citricarpa. A pesar de todos los avisos por parte del sector y la comunidad científica, el Comité Fitosanitario reunido en Bruselas ha aprobado, con el voto en contra de España, la tímida e insuficiente propuesta de la Comisión para atenuar el elevado riesgo fitosanitario que conllevan los envíos de cítricos sudafricanos contaminados de mancha negra (Citrus Black Spot).

De nada han servido las advertencias de todo el sector citrícola europeo sobre los riesgos de introducción de la mancha negra de los cítricos (Citrus Black Spot), causada por el hongo Phyllosticta citricarpa. A pesar de todos los avisos por parte del sector y la comunidad científica, el Comité Fitosanitario reunido en Bruselas ha aprobado, con el voto en contra de España, la tímida e insuficiente propuesta de la Comisión para atenuar el elevado riesgo fitosanitario que conllevan los envíos de cítricos sudafricanos contaminados de mancha negra (Citrus Black Spot).
Una propuesta que no satisface las aspiraciones del sector citrícola y resultan claramente insuficientes. La propuesta de la Comisión no prevé, dentro del articulado, aquellas medidas que deben tomarse en caso de que se detecten más de 5 interceptaciones de partidas contaminadas: no se incluye, como reclamaba la comunidad científica, la Administración y el sector español, una herramienta que permita que, a partir de la primera interceptación, o alcanzado un determinado tope, (que demostraría por sí mismo que las cautelas adoptadas por Sudáfrica resultan ineficaces), la UE proceda automáticamente al cierre cautelar de su frontera. Por otra parte, los nuevos controles introducidos quedan en manos de las autoridades del país de origen, las cuales ya se han demostrado inútiles, y no serán supervisados por la Unión Europea.
A juicio del sector deben "respetarse plenamente las recomendaciones de Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) del pasado mes de febrero cuando dictaminó sobre el gran riesgo de introducir la enfermedad en la UE mediante las importaciones de cítricos contaminados con la mancha negra, y se debe actuar con las mismas cautelas fitosanitarias que cualquier otro de los terceros países impone".
El sector citrícola teme que se reproduzca la situación del pasado año, cuando se produjeron cerca de 40 intercepciones y la UE, cayó en la trampa dilatoria de las autoridades sudafricanas y países importadores, tomando medidas sólo cuando la campaña de exportación ya había acabado.
La Comisión no ha tenido en cuenta las consecuencias de la entrada de esta enfermedad en la UE que supondrían enormes costes para los Estados miembros citricultores y pondría en grave riesgo la continuidad de nuestras producciones. Por otra parte, resulta curioso que la Comisión sí se ha mostrado demasiado sensible a los intereses comerciales de los importadores del norte de Europa.
Ante está situación, nos deberíamos preguntar, ¿cuál es el peso político de los países productores de cítricos en la Unión Europea?