D. José Luis Ramos Sáez de Ojer, Sección de Protección de Cultivos del Gobierno de La Rioja

A las enfermedades de madera de la vid se les ha apodado "la filoxera del siglo XXI"

Son diversos los "enemigos de un buen vino", algunas enfermedades o plagas porque reducen la producción, otras porque tienen una relación directa con la calidad del vino.

A esos problemas sanitarios ya existentes desde hace tiempo, se le ha añadido una gran amenaza de los viñedos: las enfermedades de madera de la vid, como explica en esta breve entrevista. D. José Luis Ramos Sáez de Ojer, Director Técnico del Encuentro Internacional Phytoma-España sobre "La calidad del vino a través de la Gestión Integrada del viñedo".

¿QUÉ PLAGAS O ENFERMEDADES REPERCUTEN NEGATIVAMENTE EN LA CALIDAD DEL VINO?

Podemos distinguir por una  parte las afecciones directas a la sanidad de los racimos y, por otra, las afecciones generales a la sanidad del cultivo que repercuten en la calidad del vino.

Entre las primeras preocupan especialmente las afecciones fúngicas como la podredumbre gris causada por Botrytis cinerea o el oídio, ya que pueden producir reducción de la producción, alteraciones en la composición, pérdidas de color, aparición de sabores desagradables, olores característicos o falta de aptitud para una adecuada crianza y conservación. También podemos encontrar plagas que afectan directamente a la calidad del racimo (polilla del racimo, moscas del vinagre, drosophylas, avispas, etc.), que tienen una repercusión directa en la calidad del vino.

Entre las segundas, cualquier interacción de la vid con el medio biótico tiene relación con la calidad del vino, ya que afecta al estado vegetativo de la cepa. La labor del técnico es saber gestionar esa interacción para que no tenga una repercusión negativa en la calidad del vino, máxime en el contexto actual de la protección del viñedo basada en la gestión integrada de plagas.

 

¿PODRÍAMOS DECIR QUE, HOY POR HOY, LAS ENFERMEDADES DE LA MADERA DE LA VID SON LA GRAN AMENAZA DE LOS VIÑEDOS?

Sin lugar a dudas. Hay una preocupación a nivel mundial sobre este conjunto de patología debido al aumento de su incidencia en casi todas las áreas productoras y por las importantes pérdidas económicas que supone. A nivel de viticultor es una de las preocupaciones más importantes, ya que observan una mortandad cada vez mayor de cepas en sus viñedos sin disponer de herramientas para evitarlo. Tal es su preocupación que a las enfermedades de madera de la vid se les ha apodado "la filoxera del siglo XXI".

 

¿CUÁLES SON LOS MÉTODOS DE CONTROL PARA LAS EMV?

Hasta el momento, no existen estrategias de control que consigan erradicar la enfermedad una vez establecida. A nivel curativo no existe en la actualidad ningún producto fitosanitario que logre contener estas patologías, por lo que el objetivo fundamental es intentar mantener unos niveles bajos de estos patógenos, mejorando la calidad sanitaria del material de propagación y adoptando una serie de buenas prácticas agrícolas que minimicen las contaminaciones.

Actualmente únicamente podemos actuar de forma preventiva mediante la adopción de una serie de técnicas de cultivo. En el momento de establecer la plantación y durante los primeros estados de crecimiento deberán tenerse en cuenta diversos aspectos que pueden causar estrés a las plantas y con ello favorecer el desarrollo de las enfermedades de la madera de la vid. Se deben utilizar plantas que presenten un grosor adecuado y un sistema radicular uniforme con raíces desarrolladas en toda la base del patrón. Además, el suelo donde se efectuará la plantación no debe estar compactado ni anegado, se evitarán riegos excesivos así como periodos prolongados sin agua, y se realizará una fertilización adecuada sin forzar la producción de la planta en los primeros años tras la plantación. Una vez establecida la plantación, el control irá dirigido fundamentalmente a la protección de heridas de poda, ya que éstas constituyen una de las vías principales de entrada para muchos de los patógenos implicados en las enfermedades de la madera de la vid que tienen diseminación aérea.

Igualmente es necesario fomentar la investigación en esta problemática, tanto en lo concerniente a la sanidad de las plantas de vivero como al control en campo, debiéndose abordar diferentes formas de afrontar este problema (protección de heridas de poda, agentes de biocontrol, resistencia de variedades, etc.).

 

¿EXISTE UN RIESGO REAL DEL VIÑEDO ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO?

Es difícil evaluar el riesgo del viñedo ante el cambio climático cuando hay incertidumbre sobre el mismo. Si se cumplen algunos de los modelos existentes sobre el aumento de temperatura y las variaciones en los patrones de precipitación en un país de extremos como España, tendría profundos efectos en la viticultura, con grandes consecuencias económicas y tecnológicas. En previsión de eventuales cambios hay que analizar los posibles escenarios que nos podemos encontrar y estudiar la adaptación de la viticultura a los mismos.

 

¿CUÁLES SON LAS CLAVES DEL ÉXITO DE LA GESTIÓN INTEGRADA DEL VIÑEDO?

Hay que considerar que la Gestión Integrada de Plagas es una oportunidad para avanzar hacia una agricultura sostenible. El principal reto, y clave del éxito de su implantación, es conseguir que el sector lo entienda como tal, y no como una obligación legal a cumplir.

Hay varios aspectos en los que es importante incidir para lograr un éxito en este manejo integrado de plagas y enfermedades. Por una parte, hay que tener claro que es necesario integrar todos los recursos disponibles para alcanzar el mismo, con objeto de minimizar el uso de productos fitosanitarios. Esta integración abarca disciplinas muy diversas, como por ejemplo la realización de un diseño de la plantación adecuado, fertilización, gestión del riego, mejora vegetal, adopción de técnicas culturales adecuadas, gestión de la fauna auxiliar de la parcela o la combinación de medidas biológicas, biotecnológicas, químicas o culturales.

Es importante valorizar la monitorización y el seguimiento en campo de manera que se conviertan en una práctica habitual. Hay que generar conocimiento científico-técnico en las interacciones de las plagas y enfermedades con el cultivo y establecer umbrales de actuación. Y finalmente, es clave coordinar toda la información disponible y realizar una adecuada transferencia al sector, de forma que sea aplicable (sencillo y práctico). Es necesaria una buena formación en materia de gestión integrada de plagas, de tal forma que los sectores implicados vean por si mismos sus ventajas y se convenzan por si mismos de la conveniencia de adoptar un manejo integrado.

INSCRIPCIÓN al Encuentro Internacional PHYTOMA-España sobre "LA CALIDAD DEL VINO A TRAVÉS DE LA GESTIÓN INTEGRADA DEL VIÑEDO"