La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA) abrieron el pasado jueves día 2 de junio las puertas de la Finca Experimental "Sinyent", puesta en marcha en 2011 por iniciativa de AVA-ASAJA en Polinyà de Xúquer (Valencia) y que tras cinco años empieza a dar sus primeros frutos.

Esta iniciativa, sin apenas antecedentes conocidos en el ámbito de las organizaciones agrarias europeas, pretende dar cumplida respuesta a las necesidades del sector agrario en un capítulo tan decisivo, en términos de futuro, como es la investigación y la innovación.

El proyecto de experimentación agraria de la Finca Experimental "Sinyent" pone de manifiesto, además, la alta profesionalización existente en el sector agrario español y la apuesta decidida de los agricultores españoles por el empleo de nuevas tecnologías y las iniciativas innovadoras.

De hecho, ha sido precisamente esa actitud abierta a la innovación la que ha resultado esencial para que el sector agrario haya logrado ser el segundo más productivo en nuestro país -sólo por detrás del turismo- y España el primer exportador mundial de frutas y hortalizas.

Esta visión innovadora que muestra el sector agrario con iniciativas como la Finca Experimental "Sinyent" rompe con la asociación tradicional que tiene la sociedad de un sector agrario identificado como artesano y poco industrializado; una imagen de la agricultura española que permanece en la "I Encuesta sobre Percepción e Imagen de la Agricultura", presentada por AEPLA hace unas semanas.

En la misma encuesta se ha comprobado que existe un desconocimiento generalizado en la sociedad española acerca de la agricultura y los diferentes sistemas de producción. Así, por ejemplo, un 64% de los ciudadanos cree que la agricultura es una actividad que se nutre mayoritariamente de personal con escasa cualificación.

 "Investigación de proximidad" para transferir tecnología de manera ágil y eficaz

En palabras de Cristóbal Aguado, presidente de AVA-ASAJA, en referencia al proyecto que la organización agraria tiene en la provincia de Valencia, explicó que "se trata de un ejemplo de "investigación de proximidad", sin apenas precedentes en la agricultura española , pensado, concebido y diseñado para realizar ensayos y transferir tecnología de manera ágil y eficaz a los asociados de AVA-ASJA, lo que les permite dotarles de herramientas esenciales para afrontar los retos de futuro".

La finca, que cuenta con una extensión de 25,30 hectáreas, reúne las condiciones climatológicas, edafológicas y de dimensiones adecuadas para el objetivo de la experimentación, dado que está adaptada a la mayoría de cultivos implantados en la Comunidad Valenciana. Como recalcó Cristóbal Aguado, "el objetivo del proyecto es el impulso de la I+D+i, poniendo especial atención a la Transferencia Tecnológica".

Desde su puesta en marca en 2011, se ha plantado ya para ensayos agronómicos la casi totalidad de la superficie disponible, Estos se llevan a cabo en más de 20 cultivos diferentes: cítricos, caqui, olivo, almendro, nogal, algarrobo, cereza, arándanos, litchi, aguacate, kiwi, uva de mesa y de vinificación, hortícolas, arroz y silvicultura.

Asimismo, en cada parcela -cada una de ellas con una dimensión aproximada de 1 hectárea- se experimenta con diferentes variedades, patrones, abonos, sistemas de riego, mecanización, nuevas prácticas de cultivo y eficacia de los productos fitosanitarios.

Escasez de productos para proteger los cultivos

En el caso concreto de la investigación con productos fitosanitarios, AVA-ASAJA ha suscrito un convenio de colaboración con la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA) con el objetivo de hacer frente al problema de la escasez de materias activas necesarias para proteger los cultivos frente a las plagas y enfermedades que los amenazan, una situación que pone en peligro la viabilidad de algunas de las producciones agrarias.

En este sentido, los agricultores necesitan y demandan nuevos productos innovadores que les permitan aumentar la productividad de sus cosechas y, por tanto, su competitividad, así como otros instrumentos que mejoren la eficiencia en el uso del agua, de la energía y de los recursos de la tierra.

Por el contrario, la legislación que actualmente se está desarrollando en la Unión Europea en materia fitosanitaria pone el énfasis en la peligrosidad de estos productos lo que dificulta una decidida inversión en I+D en este ámbito, limitando así que los agricultores dispongan de soluciones más eficientes para la protección de los cultivos.

"Por esta razón, debemos favorecer una política basada en criterios científicos que valore de manera equilibrada los riesgos y beneficios de los productos fitosanitarios y no demonice las excelentes soluciones que la ciencia nos proporciona", reclamó Carlos Palomar, Director general AEPLA. "Los productos sanitarios -continuó Carlos Palomar- desempeñan un papel importante en la Gestión Integrada de Plagas y resultan fundamentales en el actual sistema de agricultura productiva sostenible".

"Pero para garantizar la competitividad del sector agrario y ser líderes en innovación agrícola -precisó el director general de AEPLA- resulta imprescindible un marco normativo que fomente y no desaliente a la innovación, como actualmente está ocurriendo en Europa". De este modo se contribuiría también a la creación de una agricultura sostenible, eficiente, competitiva y productiva pues, como concluyó Carlos Palomar, "innovando hoy hacemos frente a los retos de mañana".