Se presentan los resultados de una prospección de plantas de vid que fueron recogidas justo antes de ser plantadas, para conocer su estado sanitario. Se muestrearon en Castilla-La Mancha y Castilla y León 135 plantas procedentes de 13 viveros en 2004. El 51% de las plantas analizadas estaban infectadas por uno o más hongos patógenos.
Los hongos encontrados fueron: Phaeoacremonium y Phaeomoniella chlamydospora, causantes de la Enfermedad de Petri, Botryosphaeria spp. y Phomopsis vitícola, asociados a enfermedades de madera, y Cylindrocarpon spp, hongo del suelo. Ninguno de los viveros estudiados estaba libre de patógenos y todos los tipos de portainjertos examinados presentaban alguno de los patógenos mencionados. Los resultados demuestran que el material vegetal procedente de viveros no está exento de hongos patógenos.

La enfermedad de Petri en plantas jóvenes de vid está causada por los hongos Phaeomoniella chlamydospora (SCHECK y col., 1998; CROUS y GAMS, 2000), y varias especies del género Phaeoacremonium (P. aleophilum y P. inflatipes, las más importantes) (CROUS y col., 1996; SCHECK y col., 1998). Esta enfermedad comienza mostrando síntomas externos generales de decaimiento, crecimiento débil y lento y menor masa foliar. Las plantas quedan retrasadas en su desarrollo y muchas veces, dejan de brotar y terminan muriendo. Hay otros hongos que se han detectado asociados a esta sintomatología general, como es el causante de la enfermedad del pie negro, Cylindrocarpon spp. (GRASSO y MAGNANO DI SAN LIO, 1975; MALUTA y LARIGNON, 1991), o de las enfermedades de madera causadas por especies del género Botryosphaeria (LARIGNON y DUBOS, 2000) o por Phomopsis viticola (BULIT y col., 1972). En la mayoría de los casos, la enfermedad de Petri se asocia con el oscurecimiento de los vasos del xilema visibles en un corte transversal de la madera (MUGNAI y col. 1999). La enfermedad de Petri se encuentra estrechamente relacionada con la Yesca ya que ambas enfermedades comparten la mayoría de los hongos implicados. Aunque hoy día el nombre de yesca se refiere a la enfermedad en planta adulta y la enfermedad de Petri en planta joven, ambas enfermedades comienzan a considerarse como distintos componentes de una misma enfermedad. En los últimos años se ha detectado un importante aumento de plantas afectadas por la enfermedad de Petri. Las causas que han originado o han contribuido a este aumento de la intensidad son por ahora desconocidas. Se ha apuntado como un factor posible desencadenante, las condiciones de estrés a que son sometidas las plantas recién plantadas para su pronta entrada en producción, pero en muchos casos la enfermedad se ha observado en vides recién plantadas (STAMP, 2001). En este trabajo se presenta un avance de los resultados de una prospección hecha de plantas de vid analizadas antes de ser plantadas, para conocer su estado sanitario. En la actualidad, la legislación sobre planta de vid (R.D. 208/2003) hace referencia a determinados "organismos nocivos" de los que deben estar libre las plantas, con especial referencia a las virosis, pero no incluye ninguno de los hongos implicados en la enfermedad de Petri. Transferencia Tecnológica

 

Materiales y métodos

En los meses de marzo y abril de 2004 se visitaron varias cooperativas agrícolas que tenían el material vegetal de vid listo para su distribución. Este material estaba perfectamente embalado en cajas, tal como había sido enviado desde su lugar de origen, en haces de 25 o 50 plantas y mantenido en sitio fresco y húmedo.

Para cada combinación de portainjerto, variedad y vivero de procedencia, se escogieron 5 plantas de un haz escogido arbitrariamente; éstas eran etiquetadas y transportadas al laboratorio para su procesamiento.  De cada planta se obtuvieron fragmentos de 3- 5 cm de longitud a distintas alturas del portainjerto, (sobre el talón, en cada uno de los entrenudos y en el injerto) y de la variedad y se anotaron los síntomas de la madera (oscurecimiento de los vasos del xilema y su extensión), mediante su observación a la lupa.

Para proceder al aislamiento de los hongos presentes en cada uno de estos fragmentos, se eliminó la corteza y se obtuvieron 6 discos transversales de 1 mm de grosor aproximadamente. Éstos se desinfectaron superficialmente por inmersión en alcohol al 70% durante 1-2 minutos, dependiendo del grosor y se secaron al aire sobre papel de filtro estéril en la cámara de siembra de flujo laminar.

Estos discos se colocaron en placas Petri sobre medio de cultivo MEAS (Malt Extract Agar Streptomycin) y se incubaron a 25ºC, en oscuridad. Las placas eran observadas diariamente para ver el crecimiento de micelio, que era transferido a placa Petri en PDA (Potato Dextrose Agar) para su aislamiento. Las placas se incubaron a 25ºC, en la oscuridad o a la luz para promover la esporulación y proceder a su identificación morfológica.

Resultados

Se recogieron un total de 135 plantas en Castilla y León y Castilla-La Mancha, que procedían de 13 viveros distintos. Si las plantas procedían del mismo viverista, la combinación de portainjerto y variedad era distinta. Se muestrearon un total de 34 haces, de los que se recogieron entre 1-5 plantas.

De éstos, sólo cuatro muestras estaban sanas completamente, (una muestra de 5 plantas y 3 muestras de una planta); sin embargo, otros haces muestreados del mismo vivero presentaron plantas enfermas, por lo que en todos los viveros muestreados se encontraron hongos patógenos.

Del total de las 135 plantas, el 51,1% (69 plantas) estaban infectadas por uno o más hongos patógenos asociados a enfermedades de madera, mientras que en el 48,9% (66 plantas) no se detectaron patógenos.

Los hongos patógenos encontrados son los característicos de la enfermedad de Petri, Phaeomoniella chlamydospora y las especies del género Phaeoacremonium, así como otros hongos asociados típicamente a enfermedades de madera, Botryosphaeria y Phomopsis viticola, y a enfermedades de raíz, Cylindrocarpon spp.

En 48 plantas del total de 69 enfermas sólo se detectó 1 patógeno en cada una de ellas, mientras que en 16 plantas había simultáneamente 2 hongos patógenos y en otras 5 plantas, 3 patógenos. El patógeno encontrado más frecuentemente fue Botryosphaeria spp. (Tabla 1), que se aisló en el 46,4% del total de las plantas enfermas, seguido de Phaeomoniella chlamydospora aislado en el 39,1% de las plantas.

En 9 plantas analizadas estaban simultáneamente presentes estos 2 patógenos. Los otros patógenos, Cylindrocarpon, Phaeoacremonium y Phomopsis viticola, tienen una presencia menor, encontrándose en el 16, 26 y 17% de las plantas, respectivamente.

Todos los fragmentos obtenidos de las plantas, para proceder al aislamiento de posibles patógenos, se examinaron previamente para la observación de los síntomas internos de la madera. El oscurecimiento de los vasos del sistema vascular no implica la presencia de Phaeomoniella chlamydospora ni de Phaeoacremonium spp., ya que en muchos fragmentos se observaron estos síntomas sin detectarse posteriormente ninguno de estos patógenos. (Foto 1).

La recíproca no es cierta, es decir, a veces se detectaron estos hongos en la planta sin que se hubieran observado síntomas internos de algún tipo en la madera. Sí que se observó una relación entre los síntomas y la presencia de Cylindrocarpon spp. La sección transversal parda u oscura de raíces y talón fue un síntoma característico de Cylindrocarpon spp.

Respecto a la distribución de los patógenos en plantas por su procedencia, Botryosphaeria spp. se encontró en todos los viveros muestreados excepto uno, en el que se muestrearon sólo 5 plantas, aunque también hay otros viveros en los que a pesar de haber muestreado solo 2-4 plantas, sí que resultaron estar infectadas algunas de ellas. No puede establecerse una correlación entre la presencia de un determinado patógeno y el vivero de procedencia, ya que la diferencia en la frecuencia de los patógenos encontrados y el tamaño de la muestra no permiten hacer ninguna comparación estadística.

En cuanto a los portainjertos muestreados, 96 plantas son de 110 R, 5 plantas de 140 Ru, 14 plantas de161-49 C, 15 plantas de 41 B y 5 plantas de SO4. En la Tabla 2 se relaciona la distribución de los patógenos encontrados según los portainjertos analizados. No hay ningún tipo de portainjertos que esté libre de patógenos. La parte de la planta injertada correspondiente a la variedad no se ha analizado en ningún caso, ya que la madera no mostraba ningún síntoma interno cuando se hacían cortes transversales.

El número de plantas injerto muestreadas fue de 110 y el de barbados, 25. Todas las plantas muestreadas eran certificadas, excepto 1 muestra de 3 plantas, que era material estándar. En la Tabla 3 se da la distribución de los patógenos distinguiendo entre planta injerto y barbado.

Discusión

Los resultados que aquí se presentan demuestran que una proporción alta (el 51,1% del total de plantas muestreadas) del material vegetal de vid está infectado por hongos típicamente asociados a las enfermedades de madera y a la enfermedad de Petri.

El material vegetal analizado se ha muestreado justo antes de ser plantado, lo que indica que éste puede constituir una fuente de inóculo importante de todas estas enfermedades en el terreno definitivo. En general, las enfermedades de madera y la enfermedad de Petri son de etiología compleja y su epidemiología está apenas estudiada, por lo que se desconoce la importancia que llegarán a tener estas enfermedades una vez que la planta esté establecida. Los hongos P. chlamydospora y Phaeoacremonium spp., causantes de la enfermedad de Petri (SCHECK y col., 1998; MUGNAI y col., 1999), producen un desarrollo lento y un retraso en la brotación de la plantas, que puede terminar con la muerte de éstas en los siguientes años.

Aquí se ha detectado en 2 de las plantas, la presencia conjunta de P. chlamydospora y Phaeoacremonium spp. El decaimiento que causan estos hongos en las plantas jóvenes se asocia al desarrollo de la enfermedad de la Yesca en plantas adultas (MUGNAI y col., 1999) El carácter patogénico de las especies del género Botryosphaeria en plantas de vid ha comenzado a estudiarse en los últimos años. Se han aislado varias especies de Botryosphaeria en plantas de vid con síntomas de decaimiento y de yesca (MUGNAI y col., 1999; CASTILLO-PANDO y col., 2001; ARMENGOL y col, 2001).

La especie B. obtusa se ha asociado en Francia a la enfermedad del "Black Dead Arm" (enfermedad con síntomas muy parecidos a los de la yesca) (LARIGNON y DUBOS, 2000). Phomopsis viticola el causante de la excoriosis, enfermedad que produce la muerte de las yemas invadidas. En viveros produce importantes daños, llegando a causar la muerte total de los portainjertos. Cylindrocarpon spp causa la enfermedad del pie negro en plantas jóvenes de vid, que se caracteriza por la necrosis de sus raíces.

Las especies de este género descritas como patógenos son C. destructans (MALUTA y LARIGNON, 1991) y C. obtusisporium (SCHECK y col., 1998). El tipo de muestreo llevado a cabo en este estudio no permite determinar el momento en que se produce la infección de las plantas, ya que no se ha hecho un seguimiento del proceso de producción en los viveros.

La obtención de planta sana requiere que la cepa madre esté sana y que no haya infecciones durante la manipulación en el proceso de injertado y enraizamiento. La comparación de los patógenos encontrados en las plantas injerto y barbados sugiere que Phaeoacremonium spp. y Botryosphaeria spp. se encuentran más frecuentemente en plantas injerto, aunque la presencia de patógenos en barbados indica que la infección se produce en el proceso de enraizado o que la cepa madre de donde se obtienen las estacas está infectada.

Se ha demostrado que el uso de material proveniente de cepas madre infectadas por P. chlamydospora constituye a su vez una fuente potencial de infección durante el proceso de propagación en los viveros (WHITEMAN y col., 2003). En resumen, nuestros resultados demuestran que el material vegetal de vid usado en las nuevas plantaciones está infectado por hongos que pueden tener graves consecuencias para el desarrollo de las cepas.

Es necesario estudiar el estado sanitario de la cepa madre así como los puntos potenciales de infección en el proceso de propagación de las plantas de vid. Los síntomas observados en el material vegetal estudiado no permiten establecer una clara correlación con los patógenos encontrados; tampoco la ausencia de síntomas es garantía de que la planta esté libre de patógenos, por lo que se hace necesario poner a punto métodos rápidos y fiables de diagnóstico de estos hongos.

 

BIBLIOGRAFÍA

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