A lo largo de los viajes que he realizado en los últimos años para el desarrollo de CONTANS WG en España, me he encontrado con un hecho que, por anecdótico no deja de ser significativo.
La esclerotinia es una enfermedad que, o bien "no existe" y, por tanto, no preocupa en absoluto a agricultores ni técnicos, o bien resulta tan difícil de controlar con los medios convencionales, que a veces sólo queda el recurso de la resignación y esperar para que la campaña sea poco virulenta. El efecto sobre los profesionales de las zonas más susceptibles, es muy similar al que se produce en los de las zonas donde la enfermedad prácticamente se desconoce, simplemente no preocupa, porque se convive con ella, o más bien, con las pérdidas que provoca cada ciertas campañas y no precisamente por falta de iniciativa o por desconocimiento, sino debido a la certeza de que hay pocas herramientas útiles para su control.

Este efecto sobre la gente se entiende muy bien cuando se observan tres características comunes en la enfermedad: 1) la esclerotinia es muy cíclica (con años de ataques muy graves, seguidos de años sin prácticamente síntomas) y esto es debido a su dependencia de la climatología, 2) se produce con mucha virulencia (cuando ataca, lo hace de manera contundente y rápida, siendo muy difícil de parar) lo que es debido, entre otros, al tipo de propágulo que tiene; los esclerocios y 3) como se decía antes, los profesionales cuentan con pocas armas para combatirla.

Las dos primeras características son invariables y no se puede intervenir sobre ellas, sin embargo, la tercera, puede modificarse a medida que van apareciendo nuevas técnicas de control y, en ese marco es donde se encuadra CONTANS WG. No sólo como un nuevo producto fitosanitario, sino como un nuevo sistema totalmente diferente a los anteriores, que se complementa con ellos y multiplica la eficacia de la estrategia global de control de la esclerotinia.

 

Factores y ciclo de la esclerotinia

La enfermedad de la esclerotinia la producen varios hongos. Entre los más comunes destacan Sclerotinia sclerotiorum (Lib.) de Bary y Sclerotinia minor Jagger.

Según diversos autores, atacan más de 360 especies vegetales, entre las que destacan: lechuga, judía, colza, numerosas cucurbitáceas y solanáceas, ornamentales, etc.

Se trata de una enfermedad fundamentalmente del suelo, que destaca por un tipo particular de estructuras de supervivencia y propágulo denominadas esclerocios y que, de hecho, dan nombre a la misma.

Estos últimos no son más que un inóculo del hongo, en el interior de una gran médula de alimentos, que utiliza el hongo desde la germinación hasta que se produce la infección del vegetal y, todo ello, a su vez, recubierto de varias paredes y cortezas, que cuentan con polisacáridos similares a los encontrados en exoesqueletos de insectos y troncos de árboles y que le confieren una gran resistencia al conjunto. La corteza más exterior cuenta con melanina, lo que le da el color negro exterior característico (1). El tamaño del esclerocio, aunque muy variable, puede alcanzar más de un centímetro de longitud, siendo su aspecto muy irregular (Foto 1).

Su importancia reside en su papel de transmisores de la enfermedad en el tiempo y se comprende al saber que son capaces de resistir la sequía, el calor y los funguicidas (2), pudiendo permanecer inalterados en el suelo durante más de 5 años. Esto proporciona al hongo dos características especiales: 1) son necesarias rotaciones mayores a 5 años para hacerlo desaparecer de una finca contaminada y 2) durante todo ese tiempo, el inóculo permanece latente, hasta el momento preciso en que las condiciones ambientales resultan apropiadas para su desarrollo, cuando germina y ataca fulminantemente.

Por tanto, el ciclo de la enfermedad comienza siempre desde el esclerocio que está en el suelo. En el momento oportuno, los de la capa más superficial germinan, ya sea formando un cuerpo fructífero (apotecio), o directamente en forma de un micelio rastrero. Esto último, sucede, por ejemplo, en el caso de Sclerotinia minor en lechuga, donde un micelio nacido del esclerocio infecta directamente el cuello de la planta. Los apotecios, por su parte, son una especie de pequeñas setas que producen y lanzan esporas. Estas últimas, se asientan sobre partes del vegetal muertas o senescentes, que les sirven como fuente de alimento para realizar la infección primaria (3). Este es, por ejemplo, el típico caso de ataque en floración en judía. Aparte de temperaturas suaves, el factor más importante en la infección primaria es la humedad relativa (> 80%) y que exista agua libre sobre el punto de entrada (4) (Fotos 2 y 3).

El vuelo de estas esporas es por lo general tan corto, que sólo afecta a las plantas situadas en la cercanía del cuerpo fructífero. Por esta razón, en ambos tipos de ataque, se puede decir que la esclerotinia se origina en nuestra propia finca, o como mucho, en la linde de ésta con alguna vecina. Con todo ello, si fuéramos capaces de destruir el inóculo de la enfermedad (los esclerocios) de nuestra finca, conseguiríamos acabar con la enfermedad y este es el objetivo de CONTANS WG, que se describe a continuación.

 

CONTANS WG, características

Composición: Coniothyrium minitans Campbell 1 x 1012 esporas viables / kg.

Nº registro en España: 22.993/15.

Inclusión de la sustancia activa en Anejo I de la Directiva 91/414/CEE del Consejo: Directiva 2003/79/CE.

Tipo de formulación: Gránulos dispersables en agua (WG).

Aplicaciones autorizadas: Desinfectante de suelos contra esclerotinia independientemente del cultivo.

Modo de acción: Parasitismo.

 

Funcionamiento de CONTANS WG

Una vez aplicado al suelo, las esporas del hongo Coniothyrium minitans en contacto con los esclerocios, germinan y comienzan a parasitarlos. La penetración a través de la capa exterior negra se realiza intercelularmente, o a través de pequeñas roturas en la superficie. El crecimiento continua a través de los tejidos internos no pigmentados de la corteza y a través de la médula.

Las células son gradualmente degradadas. El tejido de la corteza externa pigmentada perdura relativamente inalterado en comparación con otras regiones del esclerocio (5). El primer síntoma visible de infestación de un esclerocio, tratado con una suspensión de esporas de Coniothyrium minitans, mantenido en un ambiente húmedo, es la aparición externa de una capa de puntitos color té con picnidiosporas marrones. En este estado el esclerocio es normalmente consistente y la médula puede ser o bien rosa o, total, o parcialmente decolorada en tonos que van desde el blanco sucio al gris, negro verdoso, marrón o negro (6) (Foto 4).

Lo importante desde el punto de vista agronómico es: 1) en este momento el esclerocio ya no es viable y es incapaz de parasitar una planta. Para ello ha sido necesario un periodo de alrededor de dos meses y medio. 2) Nuevas esporas de Coniothyrium minitans han sido formadas, que podrán contribuir a la destrucción de otros esclerocios dentro de ese suelo. Estamos creando un ambiente supresivo para la esclerotinia, que si se cuida mínimamente, será evidente en pocas campañas. 3) El modo de acción es, claramente, distinto al de cualquier otro fitosanitario utilizado para el control de la enfermedad. Por lo tanto, resulta una herramienta muy adecuada para reducir el desarrollo de individuos resistentes a las otras familias de fungicidas.

 

Estrategias de aplicación del producto

En párrafos anteriores se comentaba que el uso de CONTANS WG, junto con otros fitosanitarios para el control de esclerotinia, tenía un efecto multiplicativo.

La razón fundamental proviene de su modo de empleo y su modo de actuación. CONTANS WG tiene por objetivo la destrucción de los esclerocios del suelo, que como hemos visto, son el inóculo de la enfermedad y que se van acumulando año tras año, a medida que se producen plantas atacadas en los distintos ciclos. En consecuencia, se aplica, por lo general, cuando no hay cultivo, en la fase inactiva de la enfermedad.

Otra característica típica de la enfermedad de la esclerotinia es el "cansancio" que se produce en las tierras donde se repite el cultivo de especies susceptibles. La única razón, es la acumulación paulatina de esclerocios en el suelo. Fincas donde hipotéticamente no se hubieran cultivado plantas susceptibles en años anteriores, al menos cinco como veíamos, situadas en la misma zona que fincas "cansadas", no tendrán síntomas de la enfermedad, mientras que las segundas sufrirán un fuerte ataque, tan pronto como se den las condiciones propicias. Por tanto, lo que se pretende con CONTANS WG es simplemente convertir esas fincas "cansadas" en fincas "nuevas", o con bajo nivel de inóculo de la enfermedad. Una segunda función de CONTANS WG, que es tan sólo una variante de la primera, es evitar que nuevos esclerocios formados después de un cultivo en el que ha habido ataque, sigan aumentando, todavía más el inóculo de la enfermedad en nuestra finca. Esto último se conseguirá aplicando el producto antes de enterrar los nuevos esclerocios formados en el suelo (ver los tratamientos al enterrar los residuos del cultivo anterior).

El resto de fungicidas, tratan de evitar la infección primaria, o el desarrollo del micelio consiguiente. A diferencia de CONTANS WG, siempre actúan durante el ciclo de cultivo y en la fase activa de la enfermedad. Su función será, por tanto, intentar mantener el cultivo lo más "limpio" posible y que el ataque sea lo menos perjudicial para la producción del año. Su actividad, por lo tanto, es complementaria a la de CONTANS WG y, como consecuencia, se suma en una estrategia global de lucha contra la enfermedad.

 

Recomendaciones

El producto se aplica pulverizado al suelo, a la dosis indicada, según el caso y mezclado con un volumen de agua entre 200 y 500 l/ha. En función del objetivo perseguido existen dos técnicas:

- Al enterrar los residuos del cultivo anterior: El objetivo de estos tratamientos es, o bien evitar la acumulación de nuevos esclerocios después de un año de ataque en parcelas "cansadas", o que se contaminen parcelas "nuevas", en las que recientemente se hayan empezado a cultivar especies susceptibles y donde comienzan a aparecer los primeros rodales atacados. En todos los casos, este es el momento más recomendable para la aplicación, puesto que los esclerocios están en la superficie del terreno (han sido creados durante la campaña) y, por lo tanto, se necesitan las dosis mínimas para conseguir mojarlos bien con el caldo fitosanitario. El momento de la aplicación es justo antes de la labor de incorporación del rastrojo, que se realice en la parcela. Por eso, aparte de las labores habituales, sólo habrá que realizar una labor de pulverización. La dosis necesaria es de 2-3 kg/ha.

 

- Dos-tres meses antes de que puedan aparecer síntomas de la enfermedad: Este tratamiento se hace durante la preparación del terreno del cultivo susceptible y, por lo general, se realiza justo antes de la siembra o transplante. El objetivo es desinfectar el perfil más superficial del suelo de los esclerocios provenientes de otras campañas. El producto se aplica igual que en el caso anterior, con la salvedad de que justo después, debe hacerse una labor superficial muy fina, utilizando aperos rotativos, con el fin de destruir los terrones, en los que puede estar aislado el esclerocio y dentro de los cuales no llega el caldo fitosanitario. El tempero es, por lo tanto, imprescindible durante la aplicación. Además, no deben realizarse labores más profundas, desde este momento hasta la recolección, para evitar el afloramiento de esclerocios no tratados de las capas más profundas. Tampoco deberán realizarse aplicaciones al suelo con productos fitosanitarios que alteren la viabilidad del Coniothyrium minitans (existen a la disposición del público amplias listas de compatibilidad del producto con herbicidas y funguicidas).

La ventaja más clara de este tipo de tratamientos es que, si se realiza de manera conveniente, los efectos pueden ser evidentes durante el mismo cultivo, sin embargo, las dosis deben ser mayores y, sobretodo, en algunos casos no será posible tratar con la anticipación necesaria. La dosis necesaria es de 3-6 kg/ha. (Foto 5).

En resumen, puede decirse que con CONTANS WG se abren nuevas perspectivas para el control de la esclerotinia en España; no sólo por su novedoso modo de acción, sino también, por el éxito del producto en otros países de la UE (como Francia e Italia entre otros), donde más de 10.000 hectáreas son tratadas anualmente con éxito, en una gran variedad de cultivos. El progresivo descenso del propágulo de la enfermedad, resulta evidente al cabo de pocas campañas de uso, siendo un producto muy rentable, no solo en cultivos hortícolas como la lechuga o la judía en nuestro país, sino también, en cultivos extensivos como la colza o el girasol en el norte de Europa.

 

BIBLIOGRAFÍA

(1) JONES, D. (1970): Ultrastructure and composition of the cell walls of Sclerotinia sclerotiorum. Transactions of the British Mycological Society 54, 351-360.

(2) BUDGE S.P. and WHIPPS, J.M. (1991): Glasshouse trials of Coniothyrium minitans and Trichoderma species for the biological control of Sclerotinia sclerotiorum in celery and lettuce. Plant Pathology 40, 59-66.

(3) TORES, J.A. y MORENO, R. (1987) Estación Experimental "La Mayora", Algarrobo ? Costa, Málaga (España) y UTA de Cultivos Hortícolas de la Junta de Andalucía, Málaga (España). Lesion development factors following inoculation of Sclerotinia sclerotiorum to eggplant, tomato and French bean, Phytoparasitica 15:4, 1987 325-333.

(4) TORES, J.A. y MORENO, R. (1991) Sclerotinia sclerotiorum: Epidemiological Factors Affecting Infection of Greenhouse Aubergine Crops.

(5) WHIPPS, J.M. & GERLAGH, M. (1992): Biology of Coniothyrium minitans and its potential for use in disease biocontrol. Mycological Research 96, 897 ? 907.

Comprar Revista Phytoma 171 - AGOSTO-SEPTIEMBRE 2005