En Junio del 2005 se localizaron 3 plantaciones de pepino bajo invernadero en un radio de 15 Km de la costa norte de Barcelona en los cuales había algunas plantas que mostraban síntomas atípicos de apariencia viral y que se asemejaban a los descritos para la enfermedad de la "piel de sapo". Las plantas afectadas se encontraban dispersas en la plantación cerca de los márgenes del invernadero con aberturas al exterior y en una proporción que no llegó a superar el 5% en ningún caso. Los ensayos de transmisión mecánica realizados sobre una serie de huéspedes y las pruebas de detección serológica realizadas mediante la técnica inmunoenzimática ELISA demostraron que la enfermedad estaba asociada a la presencia del virus causante del moteado enanizante de la berenjena (EMDV).

Características del virus

El EMDV se engloba dentro del grupo de los Rhabdovirus y más concretamente pertenece al subgrupo de los Nucleorhabdovirus integrado por 39 miembros, de los cuales 26 están asignados provisionalmente (BRUNT y col. 1966) (http://image.fsuidaho.edu/vide/descr320.htm). Estos virus son de apariencia baciliforme y poseen unas características morfológicas y fisicoquímicas muy similares que hacen muy difícil su diferenciación. De hecho, algunos Rhabdovirus solamente se han podido clasificar en base a su apariencia morfológica, observada a través del microscopio electrónico (ME) y el rango de huéspedes que son capaces de infectar. En algunos casos se dispone de antisueros que permiten hacer una caracterización mas específica, aunque no siempre se consigue debido a que entre ellos puede existir relación serológica.

El uso de técnicas moleculares para la detección e identificación de estos virus está restringido a los pocos casos de los cuales hay datos de secuencias disponibles.

 

Antecedentes

El EMDV se describió por primera vez en el sur de Italia en el año 1969 infectando plantas de berenjena (MARTELLI, 1969) y actualmente está ya presente en la mayoría de los países del Mediterráneo y en algunos de los países del Este. Así por ejemplo, se ha descrito su presencia en Turquía infectando berenjena, en Italia infectando pimiento, pepino y melón, en Grecia infectando tabaco y pepino, en Bulgaria infectando pimiento y pepino y en Irán infectando inicialmente patata y posteriormente berenjena, tomarte, tabaco, pimiento, pepino y melón. Además, el virus se ha detectado infectando de forma natural otros huéspedes como la alfalfa, que no muestra los síntomas de infección y otras especies de malas hierbas pertenecientes a la familia de las Solanáceas, que podrían actuar como reservorio (BABAIE y IZADPANAH, 2003). El medio de transmisión natural de este virus ha sido desconocido hasta hace poco tiempo, probablemente debido a que los porcentajes de infección que se han descrito eran habitualmente bajos, del orden de los observados en nuestras prospecciones, lo que dificultaba su identificación. Todo ello llevó a especular sobre la posibilidad de que en la transmisión estuviese implicado un insecto polífago con una baja especificidad. Sin embargo, en cultivos de berenjena localizados en Irán, en los que se han llegado a alcanzar incidencias del virus del orden del 30%, se ha podido determinar recientemente que el insecto chupador Agallia vorobjevi, perteneciente a la familia Cicadellidae, era la única especie, entre un total de 27 especies de artrópodos ensayadas, que era capaz de transmitir el virus y además lo hacía de manera persistente (BABAIE y IZADPANAH, 2003). Teniendo en cuenta además que las incidencias de infección varían dependiendo del lugar, del cultivo y que los valores más altos se corresponden con las regiones frías, estos mismos investigadores han sugerido que las bajas tasas de infección están relacionadas directamente con la baja población del insecto transmisor más que con la eficacia de la transmisión. El virus también se puede transmitir mediante inoculación o por injerto, pero no a través de semilla.

A principio de los años 70 algunos investigadores ya detectaron en España mediante estudios con ME la presencia de partículas baciliformes asociadas a enfermedades de algunas especies de plantas hortícolas, aunque su diagnóstico fue una mera descripción morfológica mediante observaciones a través de ME, que era el único medio disponible en aquellos momentos. Así, en una planta de alcachofa con claros síntomas de degeneración y proveniente de la costa norte de Barcelona se observó un virus de tipo bacilar localizado exclusivamente en el citoplasma de las células infectadas.

Era la primera vez que se detectaba un virus de este tipo en esta especie, aunque no se consideró que este fuera el causante de los síntomas de degeneración (PEÑA-IGLESIAS y col., 1972). Algunos de estos mismos investigadores también encontraron en Valencia plantas de melón raquíticas con mosaico y amarilleo de las hojas y frutos que presentaban color variegado y zonas decoloradas; síntomas que en esta ocasión asociaron en parte a la presencia de este tipo de virus. El examen mediante ME de secciones de tejido del cortex permitió observar partículas baciliformes distribuidas al azar en el citoplasma y que por su morfología podían asociarse a la presencia de un Rhabdovirus y otra serie de partículas alargadas que fueron identificadas serológicamente como el virus del mosaico de la sandia (WMV) (RUBIO-HUERTOS y col., 1973). Estos autores atribuyeron la severidad de los síntomas a la presencia de una mezcla infectiva de ambas virosis, aunque las partículas baciliformes no pudieron ser transmitidas cuando se realizaron inoculaciones mecánicas a diversas especies de huéspedes.

Mediante observaciones a través de ME se detectó la presencia de partículas baciliformes en plantas de Hibiscus rosa-sinensi recogidas en las Islas Canarias, que algún investigador relacionó al virus causante de las venas amarillas en tomate (TVYV), en base a su morfología, sintomatología y reacciones serológicas (LOCKHART, 1987). Este virus tiene grandes similitudes con el EMDV, tanto es así que otros autores han propuesto desestimar el nombre de TVYV y considerar a estos aislados como razas del EMDV, ya que están relacionados serológicamente entre sí, aunque algunas de las proteínas que integran la cubierta del virus son claramente diferentes.

En cultivos comerciales de pimiento de la provincia de León se observó durante los años 1995 y 1997 la presencia de frutos maduros de la variedad "Morrón" con síntomas sospechosos de virosis, aunque las plantas presentaban una apariencia y desarrollo normales. La observación mediante ME de extractos de savia indicaban la presencia de algún tipo de rhabdovirus y los ensayos de transmisión mecánica realizados sobre una amplia gama de huéspedes indicadores apuntaban la posible presencia del EMDV, no obstante la dificultad de disponer de antisueros específicos en ese momento no hizo posible confirmar su presencia. (LUISARTEAGA y RODRÍGUEZ-CEREZO, 1998)

Diagnóstico

Las muestras recogidas para su estudio a principio del verano del año 2005 en las plantaciones de pepino afectadas fueron plantas que mostraban síntomas atípicos de aparente causa viral, que se caracterizaban por un raquitismo ocasionado por el entrenudo corto del tallo, con hojas deformadas, aclaración nervial, abolladura internervial (Fotos 1 y 2) y con frutos raquíticos, decolorados y ligeramente deformados (Fotos 3 y 4). Estos síntomas se correspondían con los descritos para la enfermedad de la piel de sapo (BRUNT y col., 1996) (http://image.fs.uidaho.edu/vide/descr271.htm). Teniendo en cuenta los antecedentes descritos, se prepararon extractos de hojas de plantas con y sin síntomas para realizar, por una parte, controles serológicos mediante la técnica ELISA, utilizando diversos antisueros frente a las virosis mas comunes en pepino y un antisuero policlonal frente a EMDV y por otra parte, ensayos de transmisión mediante inoculaciones mecánicas sobre una gamas de huéspedes. El resultado fue que en las muestras procedentes de plantas con síntomas se obtuvo reacción positiva por ELISA únicamente frente al antisuero del EMDV. En los ensayos biológicos de infección el virus se transmitió mecánicamente a huéspedes como Gomphrena globosa, Chenopodium quinoa y Petunia hybrida en los que se produjeron lesiones locales, en algunos casos 10 días después de la inoculación y de forma sistémica a pepino, berenjena, Nicotiana glutinosa, N. benthamiana y N. tabacum cv. Xanthi en los que se produjo infección sistémica, aunque en algunos de estos huéspedes los síntomas solamente se pudieron observar 30-35 días después de la inoculación y en ocasiones no se llegaron a infectar todas las repeticiones. En estos mismos ensayos de transmisión no se consiguió infectar plantas de Datura stramonium, tomate y pimiento.

Pruebas biológicas y serológicas similares se realizaron en paralelo con una muestra de berenjena procedente de Riudoms, en Tarragona, que presentaba síntomas de raquitismo, con moteado leve, aclareo nervial y deformación en hoja (Foto 5). Los resultados serológicos demostraron la presencia de EMDV y la gama de huéspedes infectados mediante inoculación mecánica fue idéntica a la obtenida inoculando las muestras de pepino, con una salvedad y es que con el extracto de berenjena infectada no se consiguieron infectar plantas de pepino con el extracto de berenjena infectada. Un hecho similar ya ha sido mencionado por otros investigadores ya que con un aislado de EMDV procedente de pepino no pudieron infectar plantas de pimiento y un aislado de pimiento no lo pudieron transmitir a pepino.

 

Conclusiones

Se ha detectado por primera vez en España la presenciadel EMDV infectando plantas de pepino yberenjena. Es un virus distribuido en los países delMediterráneo que es capaz de infectar una gran variedadde especies cultivadas pertenecientes a diversasfamilias, así como especies de malas hierbasque pueden servir como reservorio de la infección.

El EMDV pertenece a un grupo de virus poco conocido pero que se puede detectar fácilmente mediante la técnica ELISA. Este virus se puede transmitir mecánicamente, de hecho es uno de los pocos Rhabdovirus que infectan plantas que puede transmitirse mecánicamente, pero como ya se ha mencionado anteriormente y también han descrito otros investigadores, no esta exento de dificultad.

Hasta la fecha no se han podido obtener datos de secuencias genéticas de este virus, lo que no hace posible aplicar técnicas moleculares para la caracterización de variantes o razas que nos permitan confirmar las diferencias biológicas observadas.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, es probable que este virus pueda ir progresivamente infectando otros cultivos de aquellas especies que son huéspedes naturales, aunque no parece probable que las incidencias lleguen a ser importantes, ya que nuestro país se encuentra en una zona templada y no parece ser el ambiente mas propicio para una proliferación excesiva del insecto vector que lo transmite; de hecho en nuestras prospecciones en los cultivos de pepino nunca se ha hecho evidente la presencia de cicadélidos, aunque no se realizó una captura sistemática de insectos para confirmar su presencia. Sin embargo, no se debe descartar la posibilidad de que existan hechos puntuales que puedan escapar de esta previsión.

 

BIBLIOGRAFÍA

BABAIE G.H. y K. IZADPANAH. 2003. Vector transmission of eggplant mottle dwarf virus in Iran. Journal of Phytopathology 151: 679-682.

BRUNT A.A., K. CRABTREE, M.J. DALLWITH, A.J. GIBBS, L. WATSON y E.J. ZURCHER (editors; 1996 onwards). Plant Viruses Online: Descriptions and Lists from the VIDE Database. Version: 20 August 1996. URL.

LUIS-ARTEAGA M Y E. RODRÍGUEZ-CEREZO (1998). Detección de un rhabdovirus en pimiento. Resultados preliminares. Resúmenes del IX Congreso de la SEF. Salamanca 19-23 de Octubre de 1998. Pag 70.

LOCKHART B.E.L. (1987). Evidence for identity of plant rhabdoviruses causing vein-yellowing diseases of tomato and Hibiscus rosa-sinensis. Plant Disease 71: 731-733.

MARTELLI G.P. 1969. Bacilliform particles associated with mottled dwarf of eggplant (Solanum melongena L.). Journal of General Virology 5: 319-320.

PEÑA-IGLESIAS A., M. RUBIO-HUERTOS y R. MORENO. 1972. Un virus de tipo baciliforme en Alcachofa (Cynara scolymus L.). Anales del INIA/Servicio de Protección Vegetal/ N. 2: 123-137.

RUBIO-HUERTOS M. y A. PEÑA-IGLESIAS. 1973. Baciliform particles in cortex cells of Cucumis melo fruits. Plant Disease Reporter 57:649-652.