INTRODUCCIÓN

La fusariosis es una enfermedad generada por hongos del género Fusarium que se desarrolla en áreas de clima templado y húmedo de América, Europa y Asia. Es muy destructiva en los cultivos de Trigo y Cebada cuando se dan las condiciones de primaveras cálidas y húmedas.

La mayor preocupación sobre la presencia de Fusariosis en Trigo y Cebada se debe a que dichos hongos producen una serie de micotoxinas pertenecientes a la clase de los tricotecenos (deoxinivalenol ?DON-, toxina T-2 y HT-2) y algunas otras (zearalenona y fumonisinas), que pueden causar pérdidas económicas como resultado de menores rendimientos de los cultivos y disminución de la calidad física e industrial del grano. El control de dichas micotoxinas afecta a buena parte de la cadena agroalimentaria, incluidos los productores de grano y fabricantes de productos de consumo elaborados con cereales. La Comunidad Europea ha recogido el contenido máximo de estos contaminantes en los productos alimenticios en el REGLAMENTO (CE) Nº 856/2005. El control químico de fusariosis es necesario para la prevención y reducción de los niveles de micotoxinas en cereales, como el trigo y la cebada. En este sentido, la utilización de Cercobin 45 SC en el momento óptimo de aplicación espigazón-floración, permite controlar la fusariosis y reducir la concentración de micotoxinas (DON y ZEA) en cereales.

 

 

Fusariosis de la Espiga en trigo y cebada

El hongo Fusarium graminearum es el principal responsable de la enfermedad denominada "fusariosis" o "golpe blanco" de la espiga. Existen diversas especies del género Fusarium que afectan al trigo ocasionando síntomas en diferentes estados fenológicos del cultivo y en distintos órganos, como semillas, raíces, tallos, nudos, entrenudos, pedúnculo floral, raquis, espiguillas, glumas y flores.

La especie frecuentemente aislada es graminearum, pero otras como F. avenaceum, F. culmorum, F. nivale, F. equiseti, F. poae, F. semitectum y F. moniliforme (REIS, 1988, ANONNE et al., 1994 y Formento, 2000 Datos no publicados) se hallan asociadas. Fusarium graminearum ha sido establecido en dos grupos: el Grupo I, afecta principalmente raíces y coronas provocando podredumbres radicales en ambientes secos; y el Grupo II, es patógeno de órganos aéreos o fotosintéticos en ambientes húmedos y cálidos. Ambos pueden coexistir o bien predominar uno de ellos en una misma región según las condiciones climáticas.

La toxina DON (deoxinivalenol) o también llamada vomitoxina, es una micotoxina producida por Fusarium graminearum y pertenece al grupo de los tricotecenos. Las micotoxinas son compuestos tóxicos derivados del metabolismo secundario de los hongos. La segunda toxina en importancia es la ZEA (zearalenona). También es una micotoxina producida por Fusarium graminearum así como por otras especies del género Fusarium, perteneciente a los metabolitos secundarios derivados de los polikétidos, con efectos estrogénicos y anabólicos.

El consumo de alimentos contaminados con dichas toxinas está relacionado con la aparición de diversos cuadros tóxicos y suponen un peligro para la salud de los consumidores. Los productos hechos con cereales, especialmente trigo, cebada y maíz, son las principales fuentes de nuestra ingesta alimentaria, de ahí su importancia.

 

 

Nueva Reglamentación sobre micotoxinas

El control de dichas micotoxinas afecta a buena parte de la cadena agroalimentaria, desde los productores de grano y fabricantes de productos de consumo elaborados con cereales (snacks, aperitivos, productos de confitería, cereales, alimentos infantiles, etc.), hasta las cadenas de distribución.

En este ámbito y con el objeto de proteger la salud pública, la Comunidad Europea ha recogido el contenido máximo de estos contaminantes en los productos alimenticios en el REGLAMENTO (CE) Nº 856/2005 de la Comisión de 6 de junio de 2005, por el que se modifica el Reglamento (CE) nº 466/2001 en lo que se refiere a las toxinas de Fusarium spp., ver Tabla 1.

Este Reglamento entró en vigor el 1 de julio de 2006, siendo de obligatorio su cumplimiento en todos sus elementos y directamente aplicable en cada estado miembro.

El análisis de micotoxinas producidas por el género Fusarium requiere de métodos analíticos sensibles y fiables. En este sentido, en España se dispone de la experiencia, el conocimiento y la infraestructura necesarios para su detección y cuantificación en los distintos tipos de alimentos de mayor riesgo. Los métodos disponibles están basados en la extracción selectiva de las mismas, a partir de los alimentos y su posterior purificación y concentración. Seguidamente, se lleva a cabo su identificación y cuantificación mediante la última tecnología en cromatografía líquida de alta resolución (HPLC-MS-MS).

 

 

Efectos de las micotoxinas DON y ZEA en la salud humana

Para que los alimentos con DON representen un riesgo a la salud humana deben ser ingeridos en grandes cantidades. Si bien el DON no es de los tricotecenos más tóxicos, tampoco es inocuo ya que inhibe la síntesis de proteínas. Puede producir efectos agudos como rechazo al alimento y vómitos.

Los síntomas asociados son malestar digestivo, diarrea, vómitos, mareos y cefaleas. Se debe tener en cuenta que el DON no se distribuye homogéneamente en el grano, su concentración es mayor en la "cáscara" por lo que alimentos con salvado constituyen un mayor riesgo. La información sobre los efectos de ZEA en humanos es muy escasa y la mayoría es extrapolada de estudios realizados en animales.

 

 

Metil-tiofanato: control químico de Fusariosis y micotoxinas

La ocurrencia esporádica y sorpresiva de la enfermedad, no ha permitido una investigación sistemática en condiciones de campo y una determinación precisa de la eficacia de la aplicación de agroquímicos, ya que es más difícil definir el momento oportuno de aplicación como también el tiempo de protección necesario en situaciones reales.

Las anteras que son los órganos susceptibles, por ser una infección de la flor, deberían ser cubiertas por el fungicida para actuar como preventivo y matar el esporo antes de su germinación y posterior penetración y así evitar la infección. Se ha comprobado, que la máxima exposición de las anteras ocurre a los 6 ó 7 días después del inicio de la floración, la cual puede tener una extensión diferente según los años por las distintas condiciones climáticas. De aquí surgiría el momento óptimo de pulverización ya que se estarían protegiendo el mayor número de anteras.

Los fungicidas adecuados, serían los de acción sistémica ya que no se obtiene control después de la aparición de síntomas, sin dejar de considerar que las flores y sus componentes como las anteras y filamentos (órganos con baja tasa de transpiración) carecen prácticamente de translocación, limitándose la acción a impedir la penetración. Los fungicidas a base de metil-tiofanato son sistémicos, no translocables por el floema, pero sí por el xilema, sin embargo el filamento de la antera carece de vasos xilemáticos, por lo cual el momento óptimo de la aplicación es cuando el mayor número de anteras está presente, estado fenológico BBCH 61 a BBCH 65. En la Tabla 2 se detallan los momentos óptimos de aplicación.

El objetivo del tratamiento con metil-tiofanato es la protección de la principal vía de acceso del patógeno a la flor, que son las anteras y debe ser realizado en forma preventiva, es decir antes de que se manifiesten los primeros síntomas. Además del control de fusariosis, el valor añadido de la utilización de Cercobin 45 SC se debe a su alta eficacia para el control y reducción de las micotoxinas DON y ZEA producidas por Fusarium spp. en cereales, fundamentalmente el trigo y la cebada. En el Gráfico 1 se observan los resultados de varios ensayos realizados con el fin de determinar el grado de eficacia de CERCOBIN 45 SC en la reducción de micotoxinas DON.

Según los resultados obtenidos, en un total de quince ensayos de perales, es posible reducir entre un 63-65% la presencia de micotoxinas DON en trigo, siempre y cuando el producto se aplique en el momento óptimo de floración, BBCH61 a BBCH 65, que comprende desde la aparición de las primeras anteras hasta la presencia del 50% de anteras maduras. La mayor protección frente a fusariosis y la reducción de micotoxinas, se obtiene en el momento BBCH 65, con una reducción del 65% de toxinas DON, coincidiendo con el momento de mayor presencia de anteras en la floración. Estos resultados se pueden extrapolar a otros cereales como la cebada y a otras toxinas como ZEA, según los ensayos realizados por Certis Europa B.V. El metil-tiofanato, también puede ser utilizado con otros fungicidas en mezclas, para obtener un efecto sinérgico en el control de fusariosis y otras enfermedades como la septoria. Entre las sustancias activas compatibles con metil-tiofanato están los triazoles.

 

 

Conclusiones

El control químico de fusariosis, Fusarium spp., es necesario para la prevención y reducción de los niveles de micotoxinas en cereales, como el trigo y la cebada. El uso de fungicidas formulados con metil-tiofanato, es una medida complementaria para la reducción de las toxinas DON y ZEA y su utilización es muy importante cuando las condiciones de ambientales así lo requieran, primaveras cálidas y húmedas. Con metil-tiofanato, se puede obtener una reducción de toxinas DON de más del 60%, en comparación con los testigos no tratados, siendo el momento óptimo de aplicación el de espigazónfloración, para la protección preventiva de las anteras de las espigas.

 

Nota: Agradecemos su colaboración, a nuestros colegas de Certis Europe B.V. Sucursal en Francia, que llevan más de 5 años estudiando el control fusariosis y la reducción de micotoxinas con CERCOBIN 45 SC.

 

BIBLIOGRAFÍA

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FORMENTO, N. 2000 Importancia de las Enfermedades del Trigo en Siembra Directa en Entre Ríos. Jornada Técnica en el Cultivo de Trigo. INTA-EEA Paraná, 12 de mayo. P.11-14.

FORMENTO, N. 2000b Efectos de los rastrojos del cultivo antecesor y las labranzas sobre la "fusariosis de la espiga" del trigo. Jornada Técnica en el Cultivo de Trigo. INTA- EEA Paraná, 12 de mayo. P.78-81.

MARTIN, R.A.; MACLEOD, J.A. and C. CALDWELL 1991 Influences of Production Inputs on Incidence of Infection by Fusarium Species on Cereal Seed. Plant Disease 75:784-788.

REIS, E.M. 1988 Doenças do Trigo III. Giberela. EMBRAPA, Passo Fundo, 12p.

REIS, E.M. y C.A. MEDEIROS 1995 Control de Enfermedades de Plantas por Rotación de Cultivos. In: Kohli, M:M; Annone, J.G. y R. García (eds). Las Enfermedades del Trigo en el Cono Sur. Curso de Manejo de Enfermedades en Trigo. INTA-CIMMYT. 29-31 agosto, Pergamino, Buenos Aires. P. 53-67.

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