INTRODUCCIÓN

El arroz es uno de los principales productos agrarios de Extremadura, se cultivan más de 26.000 ha, principalmente en las Vegas del Guadiana, donde solamente el maíz y el tomate le superan en importancia económica.

Desde el año 2002 la mayor parte de la superficie arrocera se cultiva bajo el sistema de Producción Integrada, encontrándose en la actualidad registradas más de 21.000 ha. Los productores están obligados a contar con un cuaderno de explotación en el que anotar todas las aplicaciones fitosanitarias que realicen en su explotación y que se mantienen bajo supervisión técnica.

Este estudio se plantea con el objetivo de conocer el uso de las diferentes materias activas en el cultivo del arroz, determinando su momento de aplicación y su evolución en el periodo 2004-2006. El interés de este trabajo radica en la posibilidad de obtener información sobre la problemática del cultivo a partir del estudio exhaustivo y global de los tratamientos realizados.

 

 

Material y métodos

Los datos se han obtenido a partir de los cuadernos de campo facilitados por los técnicos responsables de Producción Integrada durante el trienio 2004-2006.

El número de parcelas controladas en 2006 asciende a 5.474, en 2005 fueron 4.841 y 4.341 en 2004. Si consideramos superficie, los datos del año 2006, se corresponden con 20.871 ha que suponen el 97% de la superficie inscrita en Producción Integrada y el 75% de la superficie total cultivada. La superficie controlada en 2005 suma 18.646 ha y 19.909 ha en el 2004. (Gráfico 1).

 

Resultados y discusión

Pases por parcela

En el año 2004, la media de pases por parcela se situó en 3, elevándose en 2005 hasta 3,5 pases por parcela. Durante el 2006, el número de pases ha vuelto a bajar hasta una media de 2,8 pases por parcela. (Gráficos 2, 3 y 4). El concepto pase por parcela, se refiere a la realización de un tratamiento fitosanitario sobre una parcela, con independencia del número de productos fitosanitarios que se apliquen al mismo tiempo.

 

Sustancias activas por parcela

La mayor parte de las parcelas analizadas, el 80% en 2004, el 71% en 2005 y 82% en 2006, emplean entre 3 y 6 sustancias distintas, si bien, la mitad de las parcelas emplean 4 o 5 materias activas anuales. Es el año 2005 el que presenta unos valores más altos, con una media de 5,46 materias por parcela (moda 5). En el 2004 la media se sitúa en 4,87 materias por parcela (moda 4), mientras que en 2006 desciende hasta 4,33 (moda 4). Si se tiene en cuenta la media de materias activas empleadas por parcela y el número de pases promedio, puede observarse una tendencia a la baja, pasando del 1,62 en el 2004 a 1,56 en el 2005 y 1,54 en el 2006. De lo que podría deducirse que cada vez se mezclan menos sustancias activas en cada pase (Gráficos 5, 6 y 7).

 

Tipo de fitosanitario

Los herbicidas suponen el grupo de productos fitosanitarios más utilizado. Durante el periodo contemplado el 75% de los productos aplicados fueron herbicidas. (Gráfico 8).

El cultivo del arroz en Extremadura está condicionado por la presencia de malas hierbas, lo que obliga a realizar importantes tratamientos herbicidas en la generalidad de la superficie. Estos tratamientos se mantienen estables año tras año, sin embargo, los aplicados al resto de problemas fitosanitarios, tienen mayor o menor importancia en función de las condiciones meteorológicas de cada campaña. El Gráfico 9 muestra la evolución de los tratamientos en el trienio 2004-2006, tomando como año de referencia 2004.

 

Uso de herbicidas

Durante el periodo de estudio, propanil es el herbicida más utilizado, aunque su importancia tiende a disminuir. La superficie tratada con esta materia activa ha pasado del 99% en 2004, al 86% en 2006, motivado por la realización de controles tempranos de malas hierbas y el incremento en el uso de otros productos.

El uso de bentazona+MCPA y MCPA, sufre ciertos altibajos en función de la presencia de hoja ancha. El crecimiento sostenido de profoxidim se ve favorecido por la expansión de Diplachne spp. mientras que oxadiazon experimenta un importante crecimiento, aumentando desde un 18% de la superficie tratada en 2004 hasta un 45% en 2006; este crecimiento está motivado por la expansión de Heteranthera spp. y por la dificultad para encontrar disponibles otras sustancias, como cinosulfurón, que sufre una importante disminución motivada por su próxima retirada del mercado. Respecto a molinato cabría destacar la recuperación de su uso debido tanto a la preferencia de los agricultores por los controles tempranos, como a su utilidad en el control de Diplachne spp.

El resto de sustancias activas tiene un uso testimonial, si bien destaca la tendencia al alza de materias como bensulfurón y azimsulfurón, relacionada con la mayor presencia de hoja ancha.

Comparando en el Gráfico 10 los porcentajes de tratamiento de los productos utilizados en el control de plantas adventicias de hoja ancha y estrecha, se obtiene la Tabla 1, en la que se aprecia un esfuerzo similar en el control de ambos tipos de planta, hecho a destacar, ya que tradicionalmente han sido las adventicias de hoja estrecha las que han causado mayores problemas en el cultivo.

 

Uso de insecticidas

La Junta de Extremadura realiza una campaña oficial para el control de la pudenta (Eysarcorisventralis) en la que utiliza malatión, en este estudio no se tiene en cuenta la incidencia de la campaña, y sólo se reflejan las aplicaciones insecticidas realizadas por los agricultores, de tal manera que fenitrotión aparece como el producto más utilizado.

Como puede apreciarse en el Gráfico 11, el año con mayor intensidad de tratamientos insecticidas fue 2005, justificados por un ataque inusualmente alto de pulgones.

 

Uso de fungicidas

Durante el periodo estudiado, el número de materias activas ha quedado reducido a dos: triciclazol y tebuconazol. Esta última sustancia ha experimentado un crecimiento importante en los últimos años, influenciado por una mayor presencia de helmintosporiosis.

 

Análisis por variedades

Los tratamientos se centran en dos periodos: tratamientos de presiembra, en los últimos días de abril y primeros de mayo, y tratamientos de postemergencia, hasta la segunda semana de junio. (Gráfico 13). Estos tratamientos son principalmente debidos al control de malas hierbas. Se aprecia una nueva concentración de tratamientos durante el verano, normalmente a mediados de agosto, que se corresponde con los tratamientos fungicidas.

 

Thaibonnet. Durante el periodo de estudio la superficie de Thaibonnet se ha reducido un 35%, por lo que al existir menos superficie, los picos de la gráfica del 2006 tienen más importancia. Durante este año se produce una mayor concentración de los tratamientos de preemergencia.

El pico de mediados de agosto se corresponde con tratamientos fungicidas, si bien, más del 60% de estos tratamientos se realizan en arroz regado por pivots, en donde la prevalencia de enfermedades es mayor.

 

Thaiperla. El comportamiento de la variedad respecto a las aplicaciones fitosanitarias durante los años de estudio es similar, salvo en 2006, en donde existe una mayor concentración de los tratamientos en preemergencia. Los tratamientos fungicidas de verano se distribuyen en el periodo julioagosto sin una concentración destacable, ya que al tratarse de una variedad sensible se realizan más tratamientos preventivos y dilatados en el tiempo.

 

Gladio. En el Gráfico 16, se puede apreciar como las aplicaciones fitosanitarias están más repartidas que en los casos anteriores, esto es debido a que se trata de una variedad de ciclo corto que se utiliza en diferentes fechas de siembra.

En las dos últimas campañas se ha empleado en siembras tardías, lo que explica la alta incidencia de los tratamientos fungicidas al final de su ciclo.

 

Hispagram. Durante los meses de julio y agosto los picos de tratamientos son mayores que en otras variedades, en especial en los años con alta incidencia de hongos, debido a que esta variedad es muy sensible y se realizan importantes tratamientos preventivos.

 

Conclusiones

La implantación de las técnicas de producción integrada ha propiciado una disminución en el uso de productos fitosanitarios y una selección de los mismos, que ha afectado más a insecticidas y fungicidas que a herbicidas. Esto es debido a las condiciones de cultivo en Extremadura, que favorecen la proliferación de malas hierbas, así como, a la aparición de nuevas especies invasoras, como Bacopa rotundifolia y la expansión de las recientemente establecidas, como Heteranthera spp. y Diplachne spp. esta última razón ha provocado un aumento de los tratamientos sobre estas especies, que han compensado la disminución de los tratamientos contra malas hierbas "tradicionales".

Contrariamente a los herbicidas, el uso de insecticidas y fungicidas varia de unas campañas a otras, debido, entre otros factores, a que las plagas y enfermedades presentan una mayor dependencia de las condiciones ambientales.

En lo que se refiere a la distribución de los tratamientos, durante el periodo estudiado se ha podido constatar un aumento de las aplicaciones fitosanitarias realizadas en preemergencia, fundamentalmente de herbicidas. Destacan en todas las variedades los tratamientos realizados entre mayo y junio, así como la aplicación de fungicidas en los meses de julio y agosto. La incidencia de los insecticidas es mínima, ya que no tienen una concentración tan importante como los otros fitosanitarios.

Estos estudios aportan una información valiosa que puede servir de base a los técnicos y agricultores para mejorar sus sistemas de control integrado y respaldar así, tanto la calidad de las producciones como la protección del medio ambiente.

 

Agradecimientos: Se agradece la colaboración prestada por los técnicos de Producción Integrada en el cultivo del arroz. Estos trabajos han sido cofinanciados por fondos FEOGAOrientación dentro de la medida 7.8 del Programa Operativo de la Unión Europea, 2000-2006.

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