Mientras que en España, durante el pasado siglo, la Dictadura utilizó el modelo de desarrollo económico conocido como autarquía, bastantes familias españolas desconocían qué era eso de "la cena". Aquel ambiente de miseria debió provocar un auténtico problema moral en muchos españoles, obligados a decidir entre vivir como unos virtuosos "muertos de hambre" o tener que sobrevivir con el remordimiento de haber robado. Por aquellos tiempos, un Director General del Ministerio de Agricultura fue invitado a Francia para visitar un moderno centro de investigación agraria, y en aquella visita pudo comprobar las excelencias de una variedad de trigo que los investigadores franceses acababan de obtener.

?Este trigo podría servir para quitar mucha hambre en España? pensó.

Y en un descuido, sin dudarlo, cogió un puñado y se lo metió en el bolsillo.

Una vez en España, el grano se cultivó varias veces hasta tener semilla suficiente y se repartió a los agricultores para que la sembraran como si hubiese sido obtenida por el Ministerio de Agricultura. Es muy probable que, a partir de entonces, gracias a aquel trigo que aumentaba poderosamente las cosechas, muchos españoles empezaran a saber lo que era "cenar". Dicen que aquel Director General, agobiado por remordimientos, decidió confesar su pecado a un sacerdote, y éste le impuso como penitencia, para que sufriera vergüenza, que aquella variedad ilegalmente registrada, debería tener nombre de ladrón; pero como el robo había estado motivado por la caridad, podría ser el nombre de un ladrón santo, por lo que decidieron que aquel trigo se llamaría Dimas ?el nombre del buen ladrón que fue crucificado junto a Jesús?. Todavía hoy se cultiva esa variedad en España, y con su harina se elaboran los famosos mantecados de Estepa, dulces que todos los años, por Navidad, llegan a los rincones más

apartados del planeta.

¿Sabrán los neozelandeses ?algunos de los muchos habitantes del mundo que consumen mantecados- que la calidad de estos dulces ha sido posible gracias a que unos científicos franceses consiguieron obtener una magnífica variedad de trigo, que esa variedad fue sustraída por un español, que los primeros cultivadores vendieron el grano a molineros andaluces , que la harina de ese trigo fue adquirida por un fabricante de mantecados...? Y cuando aquella harina de origen francés coincidió con el tocino de los ibéricos españoles, los mantecados tradicionales sufrieron una metamorfosis y se convirtieron en dulces universales.

Este es un ejemplo más de cómo los fenómenos particulares se correlacionan y acaban por tener una dimensión internacional o global, fenómeno que también se repite en el ámbito de los parásitos de las plantas.

En los últimos años, y debido a una rocambolesca coincidencia de variables, los españoles hemos asistido a la aparición de numerosos parásitos de plantas, entre los que destacan, por la importancia de los daños que provocan, el nematodo Bursaphelenchus xylophilus (Steiner et Buhrer) Nickle et al. ?un patógeno de Pinus pinaster vehiculado por diversas especies del coleóptero Monochamus?; y Tuta absoluta (Meyrick), una polilla capaz de vivir sobre diversas especies de solanáceas, y que es particularmente agresiva en los cultivos de tomate.

Desde las Ciudades-Estado griegas y hasta el siglo XIX, el hombre utilizó las murallas y las puertas para controlar el tránsito de personas, mercancías, enfermedades entre unas ciudades y otras. En el siglo XX, esas medidas ya no eran suficientes, y los Estados construyeron las fronteras y los pasos fronterizos, siendo ?el Telón de acero? la más famosa de todas ellas. A finales del siglo XX, unos pocos Estados comenzaron a eliminar los pasos fronterizos y los sustituyeron por "decretos oficiales". Pero las últimas plagas aparecidas en España son un exponente de que el fenómeno de la globalización, aunque a algunos no les sea muy simpático, parece ser un fenómeno imparable, poniendo de manifiesto, además, que los "decretos oficiales" no son suficientes para impedir la transmisión de los parásitos de unos países a otros. ¿Será necesaria una catástrofe alimentaria en el planeta para que se cree una verdadera Medicina de las plantas estructurada a nivel mundial?

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