Sección: Especial jornada 30 aniversario de la sef
Abstract: La disciplina de la Fitopatología nació de la necesidad. De la necesidad de tratar de poner remedio a las plagas y pestes que durante el siglo XIX provocaron una considerable merma en la producción o en la calidad de los alimentos. La incursión de eminentes científicos como A. de Bary o M Beijerinck, junto con las decisivas contribuciones de Pasteur y Koch, permitió dilucidar la naturaleza microbiana de las enfermedades de las plantas eliminado de manera definitiva el maligno poso de la teoría de la generación espontánea que todavía estaba latente a mediados de dicha centuria. Esta primera fase de la Fitopatología descriptiva utiliza unas tecnologías muy rudimentarias pero consigue realizar un enorme trabajo taxonómico desde el punto de vista de los patógenos y más observacional desde el punto de vista de los hospedadores. En las décadas de los 40-50, la creencia generalizada sobre las grandes similitudes entre la naturaleza de los virus con la de los genes provocó un inusitado interés por parte de los físicos y los genéticos al estudio de estos patógenos con la consiguiente incorporación de las tecnologías propias de éstos al campo de la Fitopatología, como fueron la ultracentrifugación diferencial, el análisis por difracción por rayos X, la electroforesis etc.. Este nuevo escenario permitió la incorporación de la Fisiología y Bioquímica entre los patólogos de plantas y que los estudios sobre las interacciones planta patógeno cobraran un especial interés culminando con la emergencia del concepto de gen-a-gen en los fenómenos de susceptibilidad/resistencia en los diferentes patosistemas, sin duda una de las principales contribuciones de la Patología Vegetal al avance del conocimiento científico.

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Comprar Revista Phytoma 233 - NOVIEMBRE 2011