Sección: Opinión
Abstract: Los territorios rurales han sido tradicionalmente los grandes perdedores de los procesos de desarrollo. Su vínculo estrecho con la agricultura ha provocado que el declive relativo de este sector en el conjunto de la actividad económica haya arrastrado a una buena parte de la población hacia las ciudades en búsqueda de empleos en las industrias y los servicios. El resultado ha sido, en general, la concentración de la actividad económica y la población en núcleos urbanos.
Si bien en las primeras décadas de la revolución industrial este desplazamiento fue gradual y progresivo –permitiendo una relativa adaptación de ambos medios a los cambios-, en las últimas décadas ha acelerado su ritmo de crecimiento en casi todo el mundo, provocando fuertes desajustes y tensiones territoriales. El epílogo triste de este proceso masivo de éxodo rural ha llegado a ser, en los casos más extremos, la muerte de algunos pueblos, tragedia magistral y crudamente narrada en la novela “La lluvia amarilla” del escritor Julio Llamazares.

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Comprar Revista Phytoma 254 - DICIEMBRE 2013