La mancha negra o ?black spot? causada por Phyllosticta citricarpa (McAlpine) Van der Aa (sin. Guignardia citricarpa Kiely) es la principal enfermedad fúngica de los cítricos a nivel mundial. El patógeno se detectó por primera vez en Australia y actualmente está presente en las principales regiones citrícolas del África subsahariana, Sudamérica y Asia. La mancha negra se detectó por primera vez en EE UU en 2010 en el estado de Florida (EFSA, 2014).

La mancha negra provoca la aparición de lesiones necróticas en la corteza de los frutos, que reducen su calidad comercial para el mercado en fresco. En determinadas situaciones la enfermedad induce también la caída prematura del fruto, reduciendo la cosecha hasta a la mitad. Aunque el hongo infecta las hojas de los cítricos, las lesiones foliares son poco habituales y aparecen únicamente en variedades muy sensibles como los limones o en árboles sometidos a factores de estrés. Todas las variedades cultivadas de naranjas, mandarinas, limones y pomelos son sensibles a la enfermedad (Kotzé, 1981; 2000).

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