Mediante modificaciones genéticas dirigidas, el ingeniero agrónomo del siglo XXI deberá generar plantas con mayores rendimientos, que necesiten menos pesticidas y fertilizantes, que puedan crecer en terrenos marginales para la agricultura actual y también plantas que produzcan alimentos funcionales o saludables.  Esta es la conclusión a la que se llegó en la mesa redonda  "Biotecnología Agrícola para el siglo XXI: Cómo aumentar la producción de alimentos con el menor impacto ambiental", organizada por el Colegio Mayor San Juan de Ribera de Burjassot, que se celebró el pasado 28 de enero en la ETSEAMN, perteneciente a la Universitat Politècnica de València (UPV), con motivo  del centenario del Colegio Mayor y el décimo aniversario de la carrera de Biotecnología de la ETSEAMN.