La presencia de Xylella fastidiosa en Baleares adquiere signos de epidemia. Las prospecciones realizadas tras la primera detección de la bacteria, el pasado mes de noviembre, han revelado que el patógeno está mucho más extendido en las islas de lo que se pensaba. De los tres cerezos infectados en un ?garden center? de Manacor se ha pasado ya a 92 positivos confirmados en Mallorca e Ibiza, la detección de acebuches con síntomas posibles en Menorca y la sospecha de propagación mediante vectores desde Ibiza a Formentera. En estas circunstancias el gobierno balear da por segura "la dispersión de la bacteria por todo el territorio". Y por lo menos desde 2012, tras hallar indicios de la acción del patógeno en un acebuche de Mallorca que así lo sugieren.

Estas nuevas detecciones han tenido lugar como resultado de las tareas de exploración derivadas del primer positivo (4 de noviembre), cuando se estableció un radio de 100 metros para la erradicación de todas las plantas huéspedes potenciales, y una segundo área de 10 kilómetros para la prospección de nuevos contagios. A raíz de estas actuaciones se eliminaron 1.921 plantas, se certificaron 92 infecciones (71 en Mallorca y 21 en Ibiza) y se evidenció la presencia de una segunda subespecie de Xylella fastidiosa en las islas (sub. multiplex) diferente de la inicial (sub. fastidiosa). Esta circunstancia aumenta la inquietud sobre la verdadera dimensión del problema, ya que amplía el espectro de cultivos con potencial de infección de vid, adelfa, cerezo, cítricos, café y almendro (en la sub. fastidiosa) a melocotonero, almendro, albaricoque, ciruelo, roble, arándano, olivo, vinca y plátano, entre otros, en la sub. multiplex. Hasta el momento se han constatado positivos en Mallorca en almendro (37), acebuches (14), polígalas (9), olivos (7), cerezos (3) y ciruelo (1); e infecciones en Ibiza en olivo (16), adelfas (2), polígala (1), mimosa azul (1) y lavanda (1).