Las inspecciones en frontera que llevan a cabo las autoridades comunitarias han permitido detectar, por primera vez, la presencia del hongo Guirnardia citricarpa, causante de la mancha negra, en siete cargamentos de cítricos importados de Túnez. Esta peligrosa enfermedad, que causa graves manchas en la piel de los frutos, hasta el punto de imposibilitar su comercialización, no afecta todavía a la citricultura europea, aunque se encuentra cada vez más cerca.

Los controles fronterizos han interceptado cargamentos de cítricos con presencia de este hongo, dos veces en marzo y cinco en abril, todos procedentes de Túnez, lo que demuestra que el patógeno ha llegado a la cuenca mediterránea y, por tanto, sus condiciones climáticas no suponen ningún impedimento para su establecimiento y desarrollo, como ya ha advertido la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA) en distintos informes.

Para AVA-ASAJA, esta interceptación “desmonta, sin ningún género de dudas, los falaces argumentos esgrimidos por Sudáfrica ante Bruselas cuando aseguraba que sus envíos citrícolas, infestados de mancha negra, no entrañaban peligro alguno puesto que el hongo en cuestión no podía aclimatarse a las zonas mediterráneas”. El presidente de esta asociación, Cristóbal Aguado, ha señalado que la Comisión Europea “debe escuchar a las organizaciones agrarias, a la EFSA y a los expertos, porque esto es una bomba de relojería que nos estallará en la cara con consecuencias irreparables si no se rectifica a tiempo”.

Por su parte, Carles Peris, secretario general de La Unió de Llauradors, denuncia que “la UE desmonta progresivamente la protección arancelaria y también paralelamente la protección fitosanitaria, sin darse cuenta del grave riesgo y el peligro que conlleva para nuestra citricultura. Nos pide a los agricultores europeos ser competitivos y nos quita nuestras herramientas de defensa para entregárselas a los grandes exportadores”. Ante el “largo historial de interceptación” de organismos nocivos para los cítricos procedentes de terceros países, esta organización agraria reclama que se incluyan estos cultivos en la lista de Vegetales de Alto Riesgo que contempla el artículo 42 del Reglamento europeo 2016/2031, sobre medidas de protección contra plagas de los vegetales.

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