La Sanidad Vegetal, como cualquier otra actividad relacionada con la producción destinada al consumo, necesita estar al día en todos los procesos que le afectan, y para ello es fundamental que haya una adecuada Transferencia Tecnológica. Cuando esta no tiene lugar de una manera eficiente, genera atrasos y déficits que repercuten en la rentabilidad del producto, en la competitividad con otros productores y dificulta los accesos a los mercados, cada vez más exigentes.
La Transferencia Tecnológica está directamente relacionada con la capacidad generadora de conocimiento que tienen los centros de investigación, las universidades y las empresas del sector. Cuando ese conocimiento no tiene relación específica con los problemas del sector, o cuando la tiene y no es vehiculado adecuadamente al mismo, genera un problema.
Disponer de los mecanismos adecuados para llevar a cabo una Transferencia Tecnológica eficiente ha sido, históricamente, responsabilidad de la administración, a través de las Estaciones de Avisos y los Servicios de Sanidad Vegetal. En la actualidad, la incorporación de la Gestión Integrada de Plagas ha dejado en manos de los técnicos asesores esta actividad, lo que unido al desarrollo de internet y las redes sociales ha abierto nuevas y potentes vías de transferencia, aunque no exentas de algunos inconvenientes, derivados fundamentalmente de un exceso de datos o la contaminación con informaciones interesadas.


Transferencia Tecnológica se puede definir como el conjunto de acciones orientadas a facilitar la adquisición, asimilación y difusión de los conocimientos generados en el sistema de ciencia, tecnología y empresa, por parte de los usuarios finales, con la finalidad de mejorar los procesos productivos y aumentar su competitividad dentro de un entorno normativo y social con mayores exigencias medioambientales y de seguridad.
También puede ser entendida como la forma de facilitar el rendimiento comercial de los descubrimientos, inventos, y avances tecnológicos derivados de la investigación, y que forma parte de un proceso de valorización de la tecnología.
La vertiginosa evolución de los procesos de investigación y desarrollo, tanto en los centros de investigación como a nivel de universidades y empresas, hace imprescindible disponer de un eficaz sistema de Transferencia Tecnológica, si queremos llevar al usuario final tales avances, y si se quiere poner en valor los resultados de la investigación. Esta necesidad en la tecnificación de los sistemas productivos, con una eficaz incorporación de conocimientos y nuevos desarrollos, se ve incrementada en un mundo cada vez más globalizado y con más problemas medioambientales.

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