A finales de 2015 el equipo de gobierno entrante en el Ayuntamiento de Elche se preguntaba cuál era el estado fitosanitario del Palmeral de Elche, ante el temor de que su situación ante la plaga clave de las palmeras, el picudo rojo, hiciese peligrar la declaración de Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. A partir de esta motivación y buscando un nuevo enfoque, se puso en marcha un servicio específico que introdujo criterios de Gestión Integrada de Plagas (GIP) y mejoró la coordinación entre el Ayuntamiento y la autoridad competente de Sanidad Vegetal. Los resultados tras varios años han sido satisfactorios para todos los agentes implicados en la gestión del Palmeral, consiguiendo un nivel de plaga muy bajo y que con la continuidad de las acciones de control han permitido el cambio hacia acciones fitosanitarias más limpias y específicas, que ha repercutido en la mejora del estado y perspectivas de futuro del Palmeral de Elche.


Hasta octubre de 2015, el grueso de las actuaciones de control del picudo había sido dirigido y tutelado por el Servicio de Sanidad Vegetal de la Conselleria de Agricultura de la Comunitat Valenciana, pero desde el municipio se requería un mayor control del patrimonio que permitiese poner el foco en una gestión más ajustada al cuidado del Palmeral.
Tras un proceso de consulta, un contrato menor y la licitación de un servicio para cuatro años, la UTE Palmáceas Elche (Baobab Viveros S.L. y Gestaser Obras y Servicios S.L.) resultó adjudicataria e inmediatamente se iniciaron las tareas encomendadas, comenzando por una ardua labor de coordinación de todos los agentes implicados en la lucha: Jefatura del Servicio de Sanidad Vegetal de la Generalitat Valenciana; TRAGSA, como medio propio de la Generalitat; Patronato del Palmeral de Elche; Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento; y la propia UTE Palmáceas Elche.

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