El estado de California lleva diez años lidiando con el HLB. Gracias al control biológico de su vector, Diaphorina citri, y al manejo de sus principales ‘aliadas’, las hormigas argentinas, ha conseguido reducir y confinar las poblaciones de este psílido a las áreas urbanas y que la bacteria causante de esta enfermedad incurable, la más grave de la citricultura, no llegue a las zonas productoras.

“Sólo hay una oportunidad de hacerlo bien, y tiene que ser al principio”, advierte Mark Hoddle, especialista en control biológico en el Departamento de Entomología de la Universidad de California Riverside. Un aviso a navegantes para la citricultura mediterránea, que no sufre esta enfermedad pero que tiene a sus dos vectores cada vez más cerca: Trioza erytreae, presente en la península, y Diaphorina citri, detectado en Israel. Este segundo es el más peligroso, causante de la propagación de la enfermedad en Brasil y Florida, pero cuyos niveles de población se han reducido más de un 70% en California.

¿Cómo? En primer lugar, gracias a la acción de sus enemigos naturales: los depredadores naturales autóctonos y el parasitoide Tamarixia radiata, identificado en Pakistán. La grabación con cámaras reveló que, de 647 muertes del psílido asiático de los cítricos registradas, el 59% fueron causadas por sírfidos depredadores en estado larvario; el 29%, por la acción del parasitoide importado; y el 12%, por la depredación de las larvas de crisopa. “Cuando tienes el complejo de enemigos naturales, funciona el control biológico; solo con Tamarixia radiata es menos eficaz”, reconoce Hoddle.

Desde que se puso en marcha este programa de control biológico en California, se han liberado 23 millones de ejemplares de T. radiata. Su capacidad de parasitismo ha sido mucho mayor que en Florida, donde la avispilla no ha conseguido reducir las poblaciones de D. citri. Hoddle sostiene que, probablemente, los individuos liberados en Florida eran más débiles y menos eficaces porque procedían de varias generaciones criadas en laboratorio y se habían aclimatado a esas condiciones.

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