Las indemnizaciones de Agroseguro a los agricultores y ganaderos asegurados por los siniestros producidos durante 2021 superaron los 722 millones de euros, un 23% más que el año anterior, por la reiteración y gravedad de los fenómenos meteorológicos adversos. Se trata de la segunda cifra más alta en los 42 años de historia del sistema español de Seguros Agrarios Combinados, solo superada por la registrada en 2012.

El campo español sufrió el año pasado los efectos de extremas heladas y nevadas durante el invierno y el comienzo de la primavera, a las que sucedieron durante los siguientes meses intensas borrascas cargadas de viento y lluvia, tormentas de pedrisco, inundaciones y olas de calor. Además, durante agosto y septiembre se produjeron dos depresiones aisladas en niveles altos (DANA) que causaron graves daños por su amplia extensión geográfica, afectando a una decena de comunidades autónomas al mismo tiempo.

Como resultado, 2021 se cierra con la segunda cifra más alta de indemnización en los 42 años de historia del seguro agrario, solo superada por 2012, año en que, además de otros riesgos, se vivió una grave sequía –probablemente, el de mayor potencial de daños–. Por tanto, la cifra alcanzada en 2021 resulta especialmente reseñable, ya que se ha registrado en un año con poca incidencia de daños por sequía.

En total, Agroseguro ha recibido más de 122.000 siniestros agrícolas (+34% respecto a 2020). En el caso de los seguros pecuarios, se han recibido 93.800 partes de siniestro (+1,2%), así como más de 1,4 millones de avisos para la recogida y destrucción de animales muertos (-0,4%). En total, los siniestros registrados han aumentado un 1,7%, hasta rozar los 1,63 millones.

Por producciones, destacan las indemnizaciones récord abonadas a los fruticultores, que en 2021 alcanzaron los 144 millones como consecuencia de las graves heladas producidas durante los meses de marzo y abril –con especial incidencia en el valle del Ebro– y de los pedriscos, especialmente sobre las variedades de fruta de producción estival.

Las heladas de las primeras semanas del año también generaron importantes daños en la campaña de cítricos, en especial en las variedades más tardías. Además, los temporales de viento registrados entre febrero y abril terminaron por agravar los siniestros. Las indemnizaciones, una vez cerrada la cosecha anterior e iniciada la actual, se sitúan en los 94 millones de euros.

Asimismo, 2021 se cerró con cuantiosos daños en las diferentes producciones de hortalizas (93,3 millones de euros), principalmente por el efecto dañinos de las fuertes trombas de agua e inundaciones; el viñedo, con una cifra histórica de indemnizaciones (83,9 millones de euros) por el impacto de las heladas de abril y de las tormentas de pedrisco de la primavera y el verano; y los herbáceos extensivos (65,2 millones), afectados por las fuertes tormentas de pedrisco.

El resto de indemnizaciones se reparte entre otras producciones, como el caqui (24,8 millones), los frutos secos (19,1 millones, principalmente almendro), el olivar (16,6 millones), el plátano de Canarias (10,6 millones) y la cereza (9,6 millones).

Agroseguro concluye que estos datos “vuelven a reflejar los graves efectos del cambio climático sobre el campo y constatan la necesidad de contar con un seguro agrario para proteger el futuro y viabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas”. El aumento de los fenómenos meteorológicos graves ha sido constante a lo largo de la última década, como lo pone de manifiesto la siniestralidad registrada en cuatro de los cinco últimos ejercicios (2017, 2018, 2020 y 2021), que, junto a 2012, son los años de mayores indemnizaciones en los 42 años de historia del sistema español de Seguros Agrarios Combinados.