Para tratar de reducir la población de la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus) en la Serranía de Ronda (Málaga), la Junta de Andalucía tiene prevista la liberación este año de 127.300 individuos del parasitoide Torymus sinensis en un total de 675 localizaciones.

El sector del castaño solicitó en 2014 la liberación de este parasitoide de origen asiático, que ya había mostrado resultados positivos en otros países europeos. Desde entonces, se han liberado cerca de 200.000 individuos en sucesivas sueltas anuales, que se iniciaron en 2015 en 11 localizaciones y se han ido incrementando hasta alcanzar las 650 en 2019.

En la actualidad, los reconocimientos llevados a cabo por el IFAPA muestran que Torymus sinensis se ha establecido en la práctica totalidad de los castañares de Málaga y que su número se ha incrementado exponencialmente. Sin embargo, no se aprecian aún resultados en lo que se refiere al control del daño. La experiencia de otros países indica que no se alcanza un nivel aceptable de control local hasta transcurrido al menos cuatro años desde la suelta.

A las sueltas programadas por la Consejería autonómica hay que añadir las que realicen cooperativas y particulares desde que está permitida la comercialización de este insecto auxiliar. Con el fin de contribuir a mejorar la eficiencia de estas actuaciones, el IFAPA y la Delegación Territorial de la Consejería han elaborado un díptico en el que se explica el procedimiento a seguir para una correcta realización de las sueltas, así como algunas recomendaciones que contribuyen a incrementar su eficacia.

Desde la aparición de la avispilla del castaño en 2014, el área afectada ha ido en aumento hasta alcanzar en la actualidad a la totalidad de los castañares de Málaga. Sus efectos son muy llamativos al producir en el árbol unas estructuras de tipo tumoral denominadas agallas, que tienen forma redondeada, de 5 a 20 mm de diámetro y color rojizo o verde, marrones cuando se secan. Éstas se cuentan por miles y afectan al normal desarrollo de los brotes y repercuten de forma negativa en la producción de castaña. Su biología es relativamente sencilla: se trata de una especie cuyas poblaciones la constituyen exclusivamente hembras que emergen de las agallas en julio e infestan las yemas de los brotes nuevos, brotes sobre los que se desarrollará hasta producir nuevas agallas en la primavera siguiente.

El castañar constituye un recurso fundamental para numerosos pueblos de la Serranía de Ronda aquejados por el grave problema de la despoblación. En esta comarca se produce la castaña más temprana de Europa, de excelente calidad, en un hábitat declarado de interés comunitario por la Unión Europea y enmarcado en un paisaje de gran belleza que, ya por sí, constituye un poderoso reclamo turístico. Su valor agrícola, forestal y ecológico contribuye muy positivamente a una economía local maltrecha.