La Asociación Valenciana de Agricultores, AVA-ASAJA, ha acusado a la Generalitat Valenciana de no aplicar en la práctica una estrategia de erradicación frente al brote de Xylella fastidiosa en Alicante, al limitarse a arrancar solamente los árboles infectados, no el resto de plantas susceptibles de estarlo en un radio de 100 metros alrededor de los árboles infectados, tal como obliga la legislación europea. La vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, aseguró en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell que se sigue cumpliendo el protocolo de erradicación, según informó Europa Press.

AVA aprovechó el desayuno con medios en el que presenta su balance del año agrario para arremeter con dureza contra el gobierno autonómico, al que acusan de estar aplicando desde el pasado verano, de manera no oficial y en contra de la legislación comunitaria, unas medidas más propias del protocolo de contención. Además de eliminar sólo almendros infectados, denuncian que se está actuando preferentemente en parcelas abandonadas. “Estamos perdiendo la guerra de la erradicación”, afirmó Cristóbal Aguado, presidente de la organización profesional agraria. “La Conselleria tendrá que dar explicaciones a España y a la Unión Europea, porque el desastre puede ser gravísimo”, añadió Juan Salvador, secretario general de AVA-ASAJA, quien apuntó que “quizás” se presente alguna denuncia contra la actuación de la Conselleria “por no hacer lo que toca” por parte de agricultores a los que la expansión de la Xylella podría afectar. Además de arrancar sólo árboles infectados, critican que lo hagan “preferentemente” en parcelas abandonadas.

Para AVA, a la lenta actuación del Consell a la hora tanto de arrancar los almendros infectados como de abonar las indemnizaciones correspondientes, se suma la falta de un plan de reestructuración de la zona afectada. “No avanzamos, por una mala estrategia y una mala planificación. Si se hubiera ido al grano, se hubiera pagado adecuadamente y se les hubiera dado a los agricultores una alternativa viable (…), hoy estaría erradicada la Xylella en Alicante, estoy convencido”, aseguró Aguado.

La Xylella no es el único problema fitosanitario apuntado por la asociación en su balance anual, donde denuncia que “las crecientes restricciones fitosanitarias que impone la Unión Europea dificultan el control de numerosas plagas y enfermedades que acrecientan el desperdicio de alimentos a pie de campo: más de 162.000 toneladas de producciones valencianas en 2019”. El caqui es uno de los cultivos más afectados, ya que la dificultad para controlar eficazmente cotonets, moscas blancas y trips provocó mermas que en algunas parcelas de la Ribera alcanzaron hasta el 80% de la cosecha. En el caso de los cítricos, Delottococcus aberiae, ácaros y la mosca de la fruta echaron a perder miles de frutos. Otros cultivos importantes en la agricultura valenciana también están sufriendo la expansión de plagas y enfermedades como la yesca de la viña y la avispilla del almendro.

En AVA preocupa la llegada a la citricultura valenciana del HLB, de Thaumatrotibia leucotreta o falsa polilla –“que se podría prevenir si se impusiera el tratamiento en frío a las importaciones citrícolas”– y del hongo Guirnardia citricarpa, causante de la mancha negra, que en 2019 se detectó por primera vez en cítricos importados desde Túnez. “Cada plaga nueva entra por debilidades en el sistema aduanero”, advirtió Aguado, que lamentó que “en Europa, la agricultura mediterránea pinta muy poco”.