La Asociación Valenciana de Agricultores AVA-ASAJA ha presentado su balance de 2021, que ha calificado de año “dos veces malo” por la escalada histórica de los costes de producción y la incapacidad real de los agricultores y ganaderos para repercutir ese incremento de costes en los precios que perciben. En sanidad vegetal, la asociación cifra en 250 millones de euros las pérdidas ocasionadas por las plagas, enfermedades y malas hierbas en la agricultura valenciana.

“La supresión de dos terceras partes de las materias activas fitosanitarias en una década y la falta de soluciones o estrategias de lucha eficaces han disparado los ataques de enfermedades y plagas agrícolas a niveles récord. Las pérdidas de cosechas alcanzaron los 250 millones en la agricultura valenciana, si bien también hay que lamentar los sobrecostes derivados de un mayor número de aplicaciones con productos más caros y menos efectivos”, expone AVA-ASAJA en su informe.

El cotonet de Sudáfrica (Delottococcus aberiae) sigue expandiéndose sin control en la citricultura valenciana y sus pérdidas superan los 200 millones, frente a los 120 de la campaña anterior. Por su parte, los cotonets del caqui (sobre todo, Pseudococcus longispinus) han elevado los daños hasta los 40 millones, entre frutas perdidas y sobrecostes en campo y almacén.

En el caqui, “cultivo que está contra las cuerdas por las plagas y enfermedades”, además de los cotonets y las moscas blancas destacó la expansión descontrolada de la mancha foliar (Mycosphaerella nawae) pocos días antes de la recolección. Esta enfermedad duplicó tanto sus daños como la superficie afectada respecto a la temporada anterior, hasta el extremo de provocar en algunos campos la pérdida de toda la cosecha.

En uva para vino, los ataques de mildiu, en mayor medida, así como de oídio y polilla del racimo, contribuyeron a disminuir un 30% la producción en Utiel-Requena y la Hoya de Buñol.

 AVA-ASAJA advierte de que la no renovación del fungicida mancozeb, prohibido en la Unión Europea a partir de este mes, va a significar “un mazazo para el sector, porque las alternativas que quedan disponibles encarecerán un 25% los tratamientos y generarán resistencias rápidamente en cítricos, caquis, frutales, hortalizas y viña”.

Respecto a una de las principales amenazas para la agricultura valenciana, la bacteria Xylella fastidiosa, AVA-ASAJA reclama una mayor agilidad a la hora de acabar el proceso de erradicación. La Conselleria de Agricultura lleva eliminadas 2.245 hectáreas y arrancados unos 157.000 almendros, por lo que aún le falta por completar el 17% de la zona infectada (2.707 hectáreas), que “sirve de foco desde el cual los vectores pueden seguir expandiendo esta devastadora enfermedad a otras áreas e, incluso, potencialmente mutar a otros cultivos como el olivo, la vid o los cítricos”.

El informe cita la principal amenaza de la citricultura mundial, el HLB, tras la llegada del vector trasmisor Trioza erytreae al Algarve. AVA-ASAJA “urge a tomar todas las actuaciones que la ciencia permita en aras de detener su expansión o, al menos, ralentizar la velocidad de su progresión geográfica. Entre estas reivindicaciones, la organización agraria destaca un plan ambicioso y dotado con fondos comunitarios destinado a potenciar líneas de investigación, cría y suelta masiva de parasitoides altamente efectivos contra los vectores transmisores del HLB”.

Por último, el informe menciona “la multiplicación sin precedentes de las malas hierbas” en los arrozales, que incrementó un 30% los costes de producción y disminuyó un 10% la producción. “Esta presencia récord de maleza, especialmente del serreig (Echinochloa spp.), responde a la supresión de materias activas fitosanitarias y a la imposibilidad de emplear los herbicidas alternativos autorizados por las particularidades hídricas de La Albufera y el marjal de Pego-Oliva”, subraya el informe.