La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) estima que la borrasca Gloria ha causado unas pérdidas económicas superiores a los 62,6 millones de euros en el sector agropecuario de la Comunidad Valenciana. La Unió de Llauradors, por el contrario, califica las precipitaciones de “positivas en general para el campo valenciano”.

Según, AVA-ASAJA, los cítricos, las infraestructuras agrarias, las hortalizas de temporada y la ganadería se llevan la peor parte de un temporal que ha provocado daños por viento, frío, gota fría y granizo principalmente en las comarcas de La Ribera, L’Horta Sud, La Safor y La Marina. La valoración inicial, efectuada tras recabar información de agricultores y colaboradores de seguros agrarios, eleva las pérdidas en los cítricos –naranjas y mandarinas de la segunda mitad de la campaña– a 46,5 millones de euros. De ellos 39,6 millones corresponden a los frutos tirados al suelo debido a las fuertes rachas de viento, una cantidad que asciende a 132.000 toneladas ya que en algunas parcelas los daños alcanzan hasta el 80% de la producción pendiente de recolectar. Las inundaciones y la acumulación de agua en los campos, agravadas por los desbordamientos de ríos y barrancos, suponen 4,7 millones de pérdidas al afectar 500 hectáreas y provocar la pérdida de cosechas enteras e, incluso, en los casos más dramáticos, la futura muerte de los árboles. Finalmente, el granizo ha ocasionado daños puntuales en un millar de hectáreas, principalmente en La Ribera, L’Horta Sud y La Safor, con daños medios del 30% de la cosecha y unos perjuicios de 2,2 millones.

AVA-ASAJA también prevé que más de 7.000 hectáreas de hortalizas se hayan visto afectadas por el temporal en la Comunidad Valenciana, entre ellas coles, lechugas, alcachofas, cebollas y patatas. Las pérdidas totales en el sector hortícola sobrepasan los 3,1 millones, tanto por los tratamientos fitosanitarios y las replantaciones que los agricultores deberán realizar (2,1 millones) como por los siniestros derivados del granizo en unas 100 hectáreas (1 millón de pérdidas). Por su parte, los ganaderos valencianos afrontan 1,2 millones en concepto de daños en las granjas por fenómenos de viento-tornado y de incremento de costes energéticos por frío y nieve.

El capítulo de las infraestructuras agrarias también resulta muy preocupante con unas pérdidas estimadas en 11,8 millones. El temporal ha destrozado parcial o totalmente unas 600 hectáreas de invernaderos, viveros, mallas en cítricos, hortalizas, kiwi, etc., lo que se traduce en nueve millones de desperfectos. Además, la reparación de márgenes, muros, almacenes agrícolas, así como la reposición de sistemas de riego, agregan 2,8 millones de sobrecostes.

AVA-ASAJA advierte de que se trata de una estimación conservadora y de que, con total seguridad, los daños serán más elevados a medida que evolucione el clima y los agricultores detecten a pie de campo las producciones finalmente afectadas. La asociación reclama a las administraciones tanto ayudas directas que permitan a los productores afectados aliviar sus pérdidas y afrontar los gastos de la próxima campaña, así como ventajas fiscales en materia de IBI Rústico, rebaja de módulos, préstamos bonificados, etc.

La Unió de Llauradors, por su parte, considera prematuro evaluar los daños. Incluso, opina en un comunicado que “las lluvias han resultado en general positivas para el campo valenciano. Han servido para recargar acuíferos y embalses, ahorrar riegos durante los próximos días, limpiar los árboles ante posibles enfermedades o plagas y regenerar los pastos para el ganado, entre otras cuestiones. La organización asegura que para los cultivos de secano son muy importantes también estas temperaturas frescas porque no ha llegado a helar y los cultivos acumulan de este modo las necesarias horas-frío en esta fase invernal para su correcta evolución.