Los responsables de Sanidad Vegetal y de Gestión de Crisis en Alimentos, Plantas y Animales de la Comisión Europea, Bernard Van Goethem y Dorothée André, confirmaron al Secretario General de La Unió de Llauradors, Carles Peris, y a la eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero, que a partir del próximo 14 de diciembre y, dentro de una estrategia global de “endurecimiento en los procedimientos de control de plagas”, se aprobará una nueva regulación comunitaria que armonizará y reforzará los controles fitosanitarios en los puertos europeos.

La Comisión Europea confirmó esta medida durante una reunión mantenida para analizar las últimas intercepciones de plagas en los cítricos procedentes de Sudáfrica y Argentina y en la que los dirigentes europeos mostraron también su preocupación por la posibilidad de que plagas como la Thaumatotibia leucotreta o Phyllosticta citricarpa, causante de la mancha negra, puedan introducirse por importaciones de terceros países.

Según informa La Unió, desde la Comisión Europea se mostraron “dispuestos a trabajar de la mano del sector para proteger al sector productor” y se comprometieron “a estudiar todas las opciones posibles para lograr frenar la entrada de más plagas”.

Durante el encuentro, Dorothée André destacó que en el último año se ha incrementado el presupuesto de la Comisión Europea destinado a la prevención y lucha contra las plagas; se ha mejorado la formación de los inspectores en los puertos europeos y, se han endurecido las condiciones exigidas a los terceros países para recibir las autorizaciones pertinentes para importar a Europa. Así, recordaron que desde el 1 de septiembre los países exportadores deben enviar pruebas documentales con carácter previo a las importaciones que demuestren la efectividad de los procedimientos utilizados en la lucha contra las plagas. Información fitosanitaria que la Comisión revisa y, posteriormente, comparte con cada uno de los Estados Miembros “para que comprueben que se cumplen estrictamente en los productos importados durante las inspecciones que se realizan al llegar a los puertos europeos”.

La Comisión Europea ha implantado, además, un sistema de monitoreo mensual de estos certificados fitosanitarios “para corregir rápidamente las posibles deficiencias e implicar a los Estados Miembros en el control permanente de la veracidad de los mismos”, así como un sistema de alerta rápida por el cual, desde el momento en el que se detecten intercepciones de plagas en un puerto de la UE, “las autoridades europeas puedan en un plazo entre diez y doce días recoger la información pertinente, frenar la entrada al mercado de dicha fruta, detectar el campo originario, prohibir los envíos del mismo y llevar a cabo una revisión de los campos colindantes”.

Peris indicó que “desde 2015 se han detectado más de 140 envíos contaminados, los últimos once durante este verano, lo que demuestra que nuestro sector citrícola está expuesto a un riesgo extremo que es urgente combatir antes de que la situación sea irreversible”.