El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto que establece nuevos requisitos para el control del picudo rojo de las palmeras (Rhynchophorus ferrugineus) en el material de reproducción producido en los viveros de plantas ornamentales.

Mediante este Real Decreto, el Gobierno actualiza la normativa vigente sobre control de la producción y comercialización de los materiales de reproducción de las plantas ornamentales, adaptando así la normativa nacional a las últimas disposiciones comunitarias. Se incorporan, de esta forma, las medidas de control contempladas en la directiva de la Comisión Europea que se publicó en marzo de este año ante el establecimiento de esta plaga en muchas zonas de la Unión Europea.

La nueva norma establece que los materiales de reproducción de determinados géneros y especies de Palmae deberán haber sido cultivados en todo momento en lugares de producción situados en una zona declarada libre del patógeno, o haber sido cultivados en los dos años previos a su comercialización en un sitio dentro de la Unión Europea con protección física frente a la introducción del patógeno, o haber recibido tratamientos preventivos adecuados. Esos materiales de reproducción deberán ser sometidos a inspecciones visuales, al menos una vez cada cuatro meses, para confirmar la ausencia del patógeno.

Originario de las regiones tropicales del Sureste Asiático y Polinesia, el picudo rojo llegó al norte de África a través de Egipto en 1993 y de allí pasó a España, Italia, Francia y Portugal. El insecto, uno de los más dañinos para las palmeras, sobre todo la canaria y la datilera, ha demostrado una gran capacidad de adaptación a entornos muy diferentes al clima tropical. Vive y se alimenta en el interior de las palmeras, por lo que resulta difícil detectar su presencia a simple vista.