El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), a través de su Observatorio de Plagas y Enfermedades agrícolas, ha firmado un acuerdo de colaboración con la Organización Interprofesional de la Patata (OIPACyL) y la empresa FMC Agricultural Solutions para avanzar en la detección precoz de la palomilla de la patata (Phthorimaea operculella), además de otras plagas y enfermedades que pudieran afectar a este cultivo.
La monitorización se realiza mediante trampas de captura de adultos provistas de un difusor de feromona que permite detectar la presencia de este lepidóptero y evaluar su curva de vuelo para determinar el momento idóneo de realizar un tratamiento fitosanitario. Dichas trampas se ubican en los municipios vallisoletanos de Campaspero, Fuente el Sol, Alaejos, Valdestillas, Villalbarba, Castroverde de Cerrato y en la Finca de Zamadueñas; en Santiuste de San Juan Bautista y Fuente de Santa Cruz, en la provincia de Segovia; y en Cantalpino, Calvarrasa de Abajo y Villaflores, en Salamanca.
La evaluación se realiza mediante la aplicación CartoDruidOBSPLA, desarrollada por el Itacyl, en la que se ha incorporado un módulo específico dedicado al cultivo de patata desde el que los inspectores pueden tomar datos en campo y obtener una aproximación de los niveles de presión de la plaga en tiempo real. Los resultados de esta monitorización serán trasladados al sector mediante el envío de un boletín informativo semanal y a través de servicios de mensajería instantánea a la red de agricultores colaboradores con que cuentan en el Observatorio de Plagas, OIPACyL y FMC.
La larva de P. operculella perfora los tubérculos formando galerías irregulares con presencia de excrementos, que pueden constituir focos de pudriciones y son vía de entrada para otras enfermedades que deprecian o inutilizan la patata para su comercialización. El daño puede continuar durante el periodo de almacenamiento.
Para su prevención, el agricultor debe utilizar patata de siembra libre de palomilla, controlar las plantas adventicias solanáceas, realizar un laboreo profundo, evitar largos periodos sin regar y dejar el menor tiempo posible los tubérculos en el campo. Además, es muy importante la limpieza exhaustiva del lugar de almacenaje, así como la colocación de mallas en ventanas y el control de las condiciones ambientales de la nave.