El Dr. Antonio Biondi, profesor de Entomología Aplicada en el Departamento de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de la Universidad de Catania, participó en un seminario del IVIA para repasar los hallazgos recientes que pueden contribuir a definir estrategias de control biológico clásico, aumentativo y por conservación contra la mosca Drosophila suzukii, una plaga presente en España desde 2008 y que se ha expandido rápidamente por la península. La búqueda de parasitoides en Asia, su área de origen, para su posible liberación en campo constituye una de las principales líneas de investigación.

Desde 2011, Drosophila suzukii produce daños de consideración en fresa y en cereza, y severos en pequeños frutos como frambuesas, moras o arándanos. Su gran capacidad para atacar a las frutas maduras, el amplio rango de hospedadores de esta plaga y el hecho de que existen muy pocas materias químicas activas disponibles que tengan un plazo de seguridad lo suficientemente corto para poder aplicarse los días próximos a la recolección hace necesario aplicar estrategias de manejo no químicas para su control.

Biondi repasó el origen de Drosophila suzukii y su rápida expansión por todo el mundo -“muy determinada por la actividad humana”- desde Asia oriental, explicó las principales características de esta plaga y las distintas posibilidades de control biológico, con hongos entomopatógeno (Metarhizium anisopliae y Entomophthora muscae), nematodos, insectos depredadores, así como el control biológico aumentativo, con la suelta de su enemigo natural Trichopria drosophilae, el control biotecnológico (uso de atrayentes, trampas y mallas antiinsectos) y otras prácticas agronómicas como no retrasar el momento de recolección y destruir los frutos dañados, algo que “no siempre hacen los agricultores”.

Pero Biondi se centró, principalmente, en los proyectos de investigación centrados en el control biológico clásico mediante la introducción de parasitoides nativos para reducir las poblaciones de D. suzukii en las regiones invadidas. El entomólogo italiano ha colaborado con investigadores de California y Suiza que han realizado exploraciones científicas en China, Japón y Corea del Sur para estudiar los parasitoides de D. suzukii y otros drosofílidos que habitan en las frutas en Asia.

Biondi presentó los resultados de estudios realizados con tres de las especies parasitoides nativas: Asobara japonica, Leptopilina japonica y Ganaspis cf. brasiliensis. Aunque la primera es la más abundante, el parasitoide larval más prometedor para el control biológico es Ganaspis cf. brasiliensis, “la especie que todos estábamos buscando”, y principal candidato para su introducción en Europa, América del Norte y otras regiones invadidas por D. suzukii. Sin embargo, se necesitan más estudios sobre su estado taxonómico y la existencia de biotipos o especies crípticas que varían en su especificidad antes de que se puedan realizar liberaciones en campo.

Según esos estudios, Ganaspis cf. brasiliensis tiene el nivel más alto de especificidad, pero se produjeron variaciones entre dos poblaciones geográficas analizadas: una población japonesa era estrictamente específica a D. suzukii, mientras que otra población de China parasitaba también a D. melanogaster y, esporádicamente, a D. subobscura. Por el momento, según explicó Biondi, en Suiza, “un país más permisivo que la UE a nivel legislativo”, ya se está intentando obtener el permiso para introducir la especie.

Imagen: Antonio Biondi