La Dirección General de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha autorizado excepcionalmente la comercialización y el uso de productos fitosanitarios formulados a base de ciantraniliprol 10% [SE] P/V, para su uso contra cleonus (Temnorhinus mendicus) en el cultivo de la remolacha azucarera. La autorización permanecerá vigente hasta el 13 de marzo en algunos municipios de las provincias de Cádiz y Sevilla.
La aprobación de este insecticida del grupo de las diamidas abarca exclusivamente a parcelas con estructuras permanentemente cerradas, por lo que ha sido necesaria esta autorización excepcional, que incluye a los municipios de Arcos de la Frontera y Villamartín, en Cádiz; y Aznalcázar, Las cabezas de San Juan, Coria del Rio, Dos Hermanas, Lebrija, Los Palacios y Villafranca, El Palmar de Troya, Puebla del Rio y Utrera, en la provincia de Sevilla.
El ministerio autoriza una sola aplicación, por pulverización foliar, del ciantraniliprol, que cuenta con un plazo de seguridad de catorce días. Para mitigar los riesgos de su uso, la parte foliar de la planta no puede ser usada ni para consumo humano ni animal. Además, para proteger los organismos acuáticos, hay que dejar sin tratar una tratar una banda de seguridad de 5 metros hasta las masas de agua superficial, y como también es peligroso para las abejas, no se puede aplicar el producto en cultivos en flor atrayentes de insectos polinizadores o cuando las malas hierbas estén en flor. Por la misma razón, no se debe aplicar en zonas donde haya pecoreo activo.
Temnorhinus mendicus produce daños en el cultivo de la remolacha azucarera, tanto en estado adulto como larvario, y su incidencia se recrudece en las épocas de sequía
Cleonus es un curculiónido de gran tamaño que en el sur de España produce daños en el cultivo de la remolacha azucarera, tanto en estado adulto como larvario, y su incidencia se recrudece en las épocas de sequía.
Pasa el verano en estado adulto, enterrado en el suelo. A principio de primavera se registra la mayor actividad de T. mendicus, coincidiendo con el período de acoplamiento y puesta. La hembra pone sus huevos aislados próximos a la raíz de la remolacha. Al eclosionar la larva come de la raíz y va descendiendo y produciendo unos característicos surcos, llegando a veces a penetrar en el interior.
Las primeras invasiones se producen durante la nascencia de la remolacha. El adulto se alimenta de la plántula y puede hacer necesaria la resiembra. Al final del invierno y principio de la primavera se producen las invasiones más comunes. Las hembras, después de acoplarse, depositan los huevos junto a la raíz y las larvas descienden, produciendo profundos surcos, con lo que la raíz retrasa su crecimiento y además se abre una vía de entrada directa para patógenos secundarios, como hongos y bacterias. En esta etapa no se detectan síntomas foliares, por lo que son necesarias medidas de detección, como trampas de captura.