El Reino Unido ha aplazado a 2022 la obligatoriedad de que las frutas y hortalizas exportadas desde la Unión Europea vayan acompañadas de un certificado fitosanitario, exigencia que se iba a aplicar desde el próximo 1 de abril.

Desde enero de 2021, las plantas y productos vegetales de alta prioridad de la UE deben tener un certificado fitosanitario, una notificación previa presentada por el importador en Inglaterra, Escocia o Gales, documentos y controles de identidad, así como una inspección física en los lugares de destino. Los productos de alta prioridad incluyen el material vegetal destinado a la plantación, las patatas de siembra y consumo, semillas de algunas especies (castaña, chili, tomate, girasol, alfalfa, cebolla, puerro, judías, guisante verde, haba, colza, mostaza blanca, soja y lino), madera y maquinaria agrícola usada por el riesgo que esta última tiene para portar tierra.

De enero a marzo de 2022 se pondrá en marcha la segunda fase de este periodo transitorio acordado para las relaciones comerciales del Reino Unido con la UE tras el brexit. Las exigencias ya afectarán a hortalizas de raíz y tubérculos, hortalizas de hoja y frutas no conservadas en ultracongelación, flor cortada y algunas semillas. En esta etapa, ya no se permitirá el uso de lugares de destino para las inspecciones físicas de mercancías de alta prioridad. Estas inspecciones se llevarán a cabo en puestos de control fronterizos autorizados (BCP) en el Reino Unido.

A las frutas y verduras procesadas y envasadas (ensaladas, sándwiches, material congelado) y los productos compuestos (mantequillas de nueces o semillas que contienen frutas o verduras procesadas) no se les exigirá el certificado ni pasarán controles fitosanitarios.