Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) en almacenes y silos de grano por todo el país, mediante el uso de marcadores moleculares, no ha detectado la presencia del gorgojo Trogoderma granarium. Gracias a los resultados de este trabajo, la EPPO (European Plant Protection Organization) ha reconocido que la plaga no está presente en España, después de casi setenta años.

En 1952, se detectó en Sevilla un brote de Trogoderma granarium, un gorgojo incluido entre las cien especies invasoras más importantes en el mundo y que se alimenta principalmente de granos de cereales o de semillas de otros vegetales como la alfalfa. En la década de los sesenta, una publicación menciona su presencia, pero desde entonces no se ha reportado mención alguna a su presencia. Sin embargo, la EPPO ha mantenido a España como país con presencia de dicha plaga. “Es una noticia muy interesante para los exportadores de cereales y forrajes, que evitarán cuarentenas y certificados que ahora son necesarios”, destaca Cristina Castañé, investigadora del IRTA del programa de Protección Vegetal Sostenible que ha participado en este estudio.

Los investigadores del IRTA realizaron un muestreo en instalaciones de almacenamiento de granos, tanto en tierra como en puertos comerciales. De las más de 4.000 individuos analizados mediante técnicas de marcado molecular (PCR), ninguno de ellos pudo ser identificado como Trogoderma granarium, sino que pertenecían a otras especies del mismo género (T. inclusum y T. variable), mucho menos nocivas.

Como parte del trabajo de identificación, los investigadores del IRTA acudieron al Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias, donde encontraron una colección de individuos descendientes del brote de 1952 y que fueron identificados como Trogoderma granarium, confirmando que el brote inicial fue realmente de esta especie.