La Comisión Europea ha publicado, a petición del Consejo, un estudio sobre las nuevas técnicas genómicas que muestra su potencial para contribuir a un sistema alimentario más sostenible y pone de manifiesto que la legislación vigente sobre los organismos transgénicos, adoptada en 2001, no es adecuada para estas tecnologías innovadoras. La Comisión iniciará ahora un amplio proceso de consulta abierta para debatir el diseño de un nuevo marco jurídico para estas biotecnologías, entre las que destaca el editor genético CRISPR/Cas9.

Según este estudio, los productos obtenidos mediante técnicas de edición genómica tienen el potencial de contribuir a sistemas alimentarios sostenibles con plantas más resistentes a las enfermedades, a las condiciones medioambientales y a los efectos del cambio climático. Además, los productos pueden beneficiarse de unas cualidades nutricionales superiores, como contener ácidos grasos más sanos, y una menor dependencia de fitosanitarios.

Algunos productos vegetales producidos mediante técnicas de edición genómica son tan seguros para la salud humana y animal y para el medio ambiente como las plantas mejoradas convencionalmente, según el estudio, que también reconoce que la legislación vigente “no es adecuada” para alguna de estas técnicas y es necesario adaptarla al progreso científico y tecnológico. Las técnicas para modificar el genoma de un organismo desarrolladas después de 2001 (cuando se adoptó la legislación de la Unión sobre transgénicos) han evolucionado rápidamente en las dos últimas décadas en muchas partes del mundo, y algunas aplicaciones ya están en el mercado de determinados socios comerciales de la Unión.

Por otra parte, el estudio también analizó las preocupaciones relacionadas con los productos obtenidos mediante estas técnicas y sus aplicaciones actuales y futuras. Entre otras preocupaciones, las posibles repercusiones sobre la seguridad y el medio ambiente, por ejemplo sobre la biodiversidad, la coexistencia con la agricultura ecológica, así como el etiquetado.

El estudio se debatirá con los ministros de la Unión en el próximo Consejo de Agricultura y Pesca. La Comisión también debatirá las conclusiones de dicho estudio con el Parlamento Europeo y todas las partes interesadas. En los próximos meses, se llevará a cabo una evaluación de impacto, que incluirá una consulta pública, con el fin de explorar las opciones políticas relativas a la regulación de las plantas obtenidas mediante edición genómica.

“Ha llegado el momento de mantener un diálogo abierto con los ciudadanos, los Estados miembros y el Parlamento Europeo para decidir conjuntamente el camino a seguir en relación con el uso de estas biotecnologías en la Unión”, ha reconocido Stella Kyriakides, comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria. “Se necesita un cambio del marco regulador de la UE para permitir un enfoque legal y práctico diferenciado de los productos derivados de métodos innovadores de mejora genética, similar a la que en el resto del mundo han implementado”, manifestó la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) en un comunicado tras la publicación del estudio.

El estudio se elaboró a raíz de una petición del Consejo de la Unión Europea que, el 8 de noviembre de 2019, solicitó a la Comisión que llevara a cabo “un estudio, a la luz de la sentencia del Tribunal de Justicia en el asunto C-528/16, con respecto a la situación de las nuevas técnicas genómicas en el Derecho de la Unión”. La Comisión lo ha elaborado por medio de consultas específicas, basándose en las opiniones y contribuciones de expertos de las autoridades competentes de los Estados miembros y de las partes interesadas a escala de la Unión.