Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura ha planteado una importante mejora en la línea del seguro agrario de tomate para industria con el objetivo de que se incorpore una nueva cobertura para daños provocados por altas temperaturas persistentes, como ha sucedido esta campaña, en la que se han registrado pérdidas superiores al 50% en algunas explotaciones de la región.

Así lo ha trasladado la federación de cooperativas a la Comisión Territorial de Seguros Agrarios de Extremadura, a la que también ha propuesto la articulación de medidas compensatorias para las explotaciones tomateras que este año han tenido daños causado por las elevadas temperaturas medias registradas este verano, creando un problema que se ha dado de forma general en el cultivo del tomate, y más acusado en las plantaciones medias y tardías, con una pérdida global del 25% de la producción extremeña.

En concreto, ha planteado estas medidas compensatorias para las explotaciones tomateras que tengan contratada la póliza del seguro y hayan sufrido esta campaña pérdidas superiores al 30% de su producción, ya que muchas explotaciones pueden desaparecer al estar en peligro su rentabilidad. Con estas medidas, los titulares de las explotaciones afectadas podrían ser indemnizados con hasta el 70% del capital asegurado en su explotación y acceder a una batería de ayudas como préstamos blandos o beneficios fiscales que les permita subsistir a esta adversidad meteorológica.

Cooperativas Agro-Alimentarias Extremadura considera que, aunque el seguro del tomate de industria es uno de los más desarrollados del Sistema de Seguros Agrarios y es un pilar básico para este sector, “las anomalías meteorológicas han provocado una vez más que los agricultores sufran un perjuicio económico que ha afectado a un gran número de hectáreas en toda la región sin que vayan a ser indemnizados por no estar contemplado en las condiciones del seguro”. La asociación ha planteado la incorporación de una nueva cobertura para cubrir los fallos de polinización y mal cuajado provocado por las altas temperaturas persistentes, siempre que tenga un carácter general, como ha sucedido este año.

Las condiciones meteorológicas de esta campaña han sido desfavorables para el desarrollo normal del cultivo de tomate en Extremadura, con temperaturas muy altas. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), en junio se registró la temperatura mínima más alta desde 1955 y julio hubo trece días con temperaturas superiores a los 38º en la provincia de Cáceres y 21 días en Badajoz.