El chinche apestoso marrón, Halyomorpha halys, se observó en Cataluña primera vez en el campus de la Universitat de Girona, en 2016. Desde entonces, se ha extendido por todo el litoral catalán y ya se ha detectado en 35 municipios de Girona, Barcelona y Tarragona. Por el momento, sólo se encuentra en entornos urbanos, aunque es una especie muy polífaga que puede acabar afectando a numerosos cultivos.

 

Este insecto invasor originario de Asia (China, Japón, Taiwan y la península de Corea) se está extendiendo poco a poco por todo el continente europeo, gracias, entre otras razones, a que le gusta esconderse en los vehículos de motor (coches, camiones, etc.), lo que le permite colonizar fácilmente nuevos territorios.

Es una plaga muy polífaga que en Europa se ha encontrado ya en más de cien géneros de plantas, y puede producir muchas pérdidas económicas en algunos cultivos como los frutales (melocotón, pera, manzana, avellana), hortícolas (pimiento, tomate), cultivos extensivos (maíz, soja) y en cultivos ornamentales (muchos géneros).

Por el momento, la plaga está reproduciéndose en las áreas verdes y jardines de once municipios de Girona, tres de Tarragona y 21 en Barcelona, entre ellos Llobregat y Barcelona capital. No ha afectado a los cultivos todavía, ni ha ocasionado daños graves en los jardines. En Cataluña, se han detectado en plantas y árboles de ambiente urbano, como Paulownia sp., Ailanthus altíssima (L), (Thunb.), Agapanthus africanus (L.), Ficus benjamina, Koelreuteria paniculata, Olea europea.

Adriana Escudero, investigadora de la Estación Experimental Mas Badia del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), en Girona, reconoce que el riesgo de que acabe dañando los cultivos es elevado, y “cuanto mayor sea la población que se desarrolle en las ciudades, más probabilidad hay de que afecte a los cultivos. Por las normativas imperantes respecto del control de plagas en ambiente urbano, el control de esta plaga en ciudad dispone de muy pocas o ninguna herramienta”.

El año pasado se iniciaron diferentes actuaciones dirigidas a disminuir la expansión del insecto y evitar o retardar su llegada a las zonas agrícolas. En el IRTA se están realizando estudios sobre la biología del insecto y sobre algunos sistemas para controlarla. También se ha realizado un seguimiento del insecto en las diferentes provincias para estudiar la distribución de éste mediante trampas y feromonas de agregación, y se ha ensayado la eficacia del material de monitoreo para conocer la biología del insecto. “Es una especie muy polífaga y puede afectar cultivos frutales, extensivos y hortícolas. Por ello hay que estar vigilante en todos los cultivos y, si se encuentra un hemíptero pentatómido marrón, identificar correctamente que se trata de la especie Halyomorpha halys puesto que se parece bastante a algunas especies autóctonas”, explica Escudero.

En Europa, el insecto apareció por primera vez en Suiza, en 2007, y ese mismo año se detectó en Liechtenstein. Cinco años después, ya se había establecido en Alemania, Francia e Italia. En Estados Unidos, donde se introdujo accidentalmente en 1998, ha provocado importantes daños y pérdidas económicas en numerosos cultivos.

Aunque Halyomorpha halys es totalmente inofensivo para las personas (no ataca ni transmite enfermedades), crea alarma en la población cuando entra en los edificios y casas. Este hecho se ve incrementado cuando llega el otoño y el insecto busca refugio para pasar el invierno. Con la llegada de la primavera, los individuos salen de las casas y otros espacios para migrar a las plantas de las calles y jardines.

Desde la Generalitat, se recomienda a los ciudadanos que, si les entra el insecto en su casa o en los edificios, los capturen o recojan, por ejemplo, mediante un aspirador. Una vez capturado se recomienda sumergir los insectos en agua y jabón, ya que los insecticidas domésticos no son efectivos.

En una plaga confinada a entornos urbanos, la colaboración ciudadana se torna imprescindible para controlar su expansión. Por esta razón, desde la Generalitat se está informando a los ciudadanos y a las autoridades de los municipios afectados sobre algunos aspectos de la biología del insecto y algunas medidas sencillas que pueden aplicar los ciudadanos para evitar tener la molestia en sus casas y también para ayudar a disminuir sus poblaciones. Desde 2018 se vienen realizando jornadas específicas sobre el insecto en los municipios afectados.

En la misma línea, el IRTA, la Universidad de Barcelona y el Departamento de Agricultura de la Generalitat han puesto en marcha un proyecto de colaboración ciudadana, a través de la plataforma Natusfera, para hacer frente a la plaga. Cualquier persona que observe un insecto que pueda parecer Halyomorpha halys, tiene la opción de hacerle una foto y subirla a la plataforma digital Natusfera. La imagen será revisada y se identificará si se trata de la especie invasora o de otras especies autóctonas parecidas. Con los datos, se construirá un mapa preciso del alcance de la plaga en Cataluña y se podrán diseñar mejores estrategias de control para la misma.

Foto: Isabel Pujadas.