Intercitrus ha criticado el “aparente desconocimiento” mostrado por la Comisión Europea en el último Comité Fitosanitario, por sus dudas para imponer el tratamiento de frío (cold treatment) a las importaciones de cítricos procedentes de terceros países, y garantizar así la ausencia de determinadas plagas que todavía no están presentes en Europa, como la falsa polilla, Thaumatotibia leucotreta.

Las cifras récord de interceptaciones por falsa polilla y por la mancha negra registradas este verano por Sudáfrica en sus envíos de cítricos a la UE han abierto un debate entre los países miembros. Según la interprofesional citrícola española, en el Comité Fitosanitario celebrado el 18 y 19 de noviembre el representante del Ministerio de Agricultura de España “defendió de forma sólida la aplicación del cold treatment en tránsito para las exportaciones a la UE del país austral. En su exposición encontró como aliados a Portugal, Francia e Italia. Holanda, por su parte, se mostró favorable a mantener el ‘enfoque de sistemas’ actual, colaborando con el sector sudafricano para mejorarlo”. La Comisión mantuvo sus dudas al respecto y emplazó a seguir estudiando el asunto en una nueva sesión del Comité Fitosanitario Permanente, que probablemente se celebrará este mismo mes. “El enfoque de sistemas que aplica Sudáfrica es un conjunto de medidas no vinculantes y no relacionadas entre sí, que ya ha demostrado su fracaso y que la propia UE plantea como alternativa al tratamiento de frío, que es el único sistema eficaz para cumplir la propia normativa europea, que exige la ausencia total de la plaga”, asegura Inmaculada Sanfeliu, presidenta de Intercitrus. Así lo demostró primero la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en un reciente informe realizado sobre el ‘enfoque de sistemas’ aplicado por Sudáfrica para Thaumatotibia leucotreta.

Para Intercitrus, la imposición del tratamiento de frío es “innegociable”, ya que se trata de una medida de plenas garantías que es práctica común en el comercio internacional de frutas. De hecho, España, siguiendo las instrucciones de las autoridades de EE UU, aplicó su primer tratamiento de frío en 1979 para exportar clementinas a aquel país y asegurar así la ausencia de la mosca de la fruta Ceratitis capitata. Hoy es un sistema estandarizado, reconocido internacionalmente, y que en estos momentos exigen hasta 19 estados (además de EE UU, también lo hace China, Japón, Australia, India, Corea del Sur…) para las importaciones de noventa productos de once géneros.

Para exportar cítricos y otros cultivos a dichos países, Sudáfrica sí accede a hacerlo con tratamiento de frío en tránsito. Así lo aclaró el representante del Ministerio de Agricultura en el Comité Fitosanitario y reiteró posteriormente Inmaculada Sanfeliu en el encuentro mantenido junto a otros miembros del sector y del Gobierno valenciano el 24 de noviembre con la directora general de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión, Sandra Gallina.

En el caso concreto de Thaumatotibia leucotreta y Sudáfrica, el coste estimado de aplicar este sistema para vender en Europa sus naranjas y mandarinas se situaría entre los 0,03 y los 0,04 €/Kg, una cantidad que la interprofesional considera “asumible porque es lo que los exportadores españoles pagamos, amén de otros muchos sobrecostes derivados de protocolos mucho más exigentes que las normas europeas, para llegar a la mayoría de grandes mercados terceros que también tienen cítricos que proteger frente a las plagas foráneas”, explica la presidenta de Intercitrus. “No lo elegimos, no ofrecen alternativas como sí da la UE, el tratamiento de frío es algo que nos exigen y tenemos que implementar”, aclara.

La consolidación de un ‘frente’ de países europeos hortofrutícolas en favor de este sistema se entiende también debido al carácter altamente polífago de la Thaumatotibia leucotreta. Se trata de una plaga ya adaptada al clima mediterráneo –como lo demuestra su presencia en Israel- que puede encontrarse en hasta 70 hospedantes, cuyas larvas se alimentan de la vid, de algunas frutas de hueso (melocotonero, albaricoquero, ciruelo), caqui, granada, níspero, plátano, olivas, arándanos, aguacate… Pero también podría atacar a otras especies del centro y norte de Europa, ya que afecta a especies forestales como el roble, al cultivo del maíz y a todo tipo de plantas ornamentales.

Intercitrus confía en que el debate a este respecto permanezca en un plano estrictamente técnico y que “otros factores geopolíticos, como la propia política de cooperación al desarrollo o los intereses de determinados lobbies centroeuropeos, no contaminen ni desvirtúen el asunto”. A este respecto, la interprofesional lamenta que la Comisión “se hiciera eco de la carta de tres asociaciones de importadores de Holanda, Bélgica y Alemania que reproducía, casi literalmente, los argumentos esgrimidos contra la imposición del cold treatment por la Citrus Growers Association of Southern Africa (la asociación de productores de cítricos de Sudáfrica) en un comunicado de prensa difundido días antes de la reunión del Comité Fitosanitario”.