Este verano se han detectado los primeros síntomas de almendras afectadas por la avispilla del almendro (Eurytoma amigdali Enderlein) en la Región de Murcia, en el término municipal de Jumilla.

 

Este himenóptero apareció por primera vez en España en 2010, en plantaciones de almendro de La Manchuela (Castilla-La Mancha). En los últimos años, la plaga se ha extendido a la Comunidad Valenciana y Aragón y los daños causados en su estado larvario pueden llegar a producir la pérdida del 90% de la cosecha.

En las plantaciones afectadas se observan almendras secas, comúnmente conocidas como borregos. Al abrir estas almendras se puede observar que la pepita está también seca y conserva su tegumento de color marrón. En su interior se puede observar una larva de unos 8 a 10 mm de longitud y color blanquecino, que permanece ahí hasta finales del mes de marzo del siguiente año, cuando se produce la salida de adultos, avispillas de pequeño tamaño (entre 5 y 8 mm) y color negro.

A la hora de la recolección, los frutos afectados quedan normalmente en el árbol, con lo cual son foco de propagación para el año siguiente. El tratamiento contra esta plaga solo se puede realizar en el momento de vuelo de adultos, que suele ser de finales de marzo a mediados de abril, dependiendo del año. En cuando a variedades no hay una resistencia de unas u otras, solamente son atacadas aquellas que se encuentran con frutos más jóvenes en el periodo de vuelo de adultos. En la zona de Jumilla donde ha aparecido el primer foco, se ha detectado su presencia en algunas parcelas de la variedad Guara y Antoñeta, aunque otras variedades del mismo periodo de floración pueden verse afectadas.

Desde la Dirección General de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura de la Región de Murcia, se ha pedido que los agricultores cuyas parcelas de almendro muestran estos síntomas comuniquen su presencia al Servicio de Sanidad Vegetal, a sus cooperativas o a los almacenes donde entregan las almendras.

En el caso de las cooperativas y almacenes receptores de almendra, es muy importante analizar algunas de las almendras secas (borregos) de la muestra para confirmar o no su presencia. Las almendras afectadas, tanto las que queden en los árboles como las que se recolecten, deben ser destruidas mediante trituración o quema (preferentemente) de las mismas. En ningún caso deben hacerse otros usos, como utilizarlas para alimentación del ganado, ya la maquinaria de recolección puede ser un medio de dispersión de la plaga a otras parcelas. Al finalizar la recolección en cada parcela, debe limpiarse la maquinaría a fondo.

Para prevenir los ataques de esta plaga en la próxima campaña, el Servicio de Sanidad Vegetal realizará un seguimiento en las distintas zonas afectadas, determinando así el periodo de vuelo de adultos, ya que es el único momento para prevenir sus ataques.

Imagen: Centro de Sanidad y Certificación Vegetal (CSCV) del Gobierno de Aragón.