La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha detectado los primeros focos de la avispilla del almendro (Eurytoma amygdalii Enderlein) en explotaciones de la comarca de Los Serranos, en la zona noroeste de la provincia de Valencia. Esta plaga continúa así su expansión y ya afecta a prácticamente todas las zonas productoras de almendro de esta comunidad autónoma.

Según la organización agraria, los focos se encuentren en varias parcelas de distintas variedades distribuidas junto a carreteras o caminos rurales, lo que “hace presagiar que las avispillas se hayan trasladado a través de vehículos procedentes de otras zonas con presencia de la plaga”. AVA-ASAJA ya ha informado a la Conselleria de Agricultura de este nuevo avance de la avispilla del almendro y ha solicitado la colaboración de sus técnicos para explicar a los agricultores de la comarca los métodos de prevención y control a efectuar de cara a las próximas campañas.

La organización agraria advierte de que la nueva plaga supone “la puntilla” para los productores afectados, después de que el frío y las lluvias persistentes en primavera provocaran una merma del 70% de la producción de la presente temporada. Según las primeras evaluaciones realizadas a pie de campo por sus asociados, la avispilla del almendro afecta al 15% de las almendras que se habían salvado y, por tanto, el descenso de la futura cosecha podría elevarse al 85% respecto a la producción potencial.

Las primeras comarcas afectadas por la avispilla del almendro fueron el Valle de Cofrentes-Ayora y la Plana de Utiel-Requena (2015). Dos años después, se había extendido al Alto y Medio Vinalopó (2017) y progresivamente, al Alto Palancia, la Hoya de Buñol, La Ribera Alta, la Vall d’Albaida, l’Alacantí, la Marina Baixa y l’Alcoià (2020), así como La Costera (2021).

Las almendras afectadas por la avispilla permanecen en los árboles, ya que en el momento de la recolección no se produce su caída. Se pueden reconocer fácilmente porque presentan un aspecto deshidratado, grisáceo y de menor tamaño que los frutos sanos. Las larvas pasan todo el invierno en el interior de los frutos y emergen transformadas en adultos a mediados o finales de marzo. Por esta razón, es importante retirarlas y destruirlas para evitar su salida en primavera, lo que reduce en gran medida la siguiente generación de la avispilla. En ningún caso, deben guardarse las almendras como combustible para las estufas ni para alimento del ganado.