La avispilla del almendro (Eurytoma amygdali) se está propagando rápidamente por comarcas del interior de la Comunidad Valenciana. AVA-ASAJA ha reclamado al gobierno autonómico que cubra los gastos ocasionados por las medidas de control que la propia Generalitat Valenciana obliga a realizar a los agricultores para combatir esta plaga.

La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha actualizado la situación de la plaga, que ya está presente en once comarcas de las tres provincias: Utiel-Requena, Valle de Ayora, Alt Vinalopó, Vinalopó Mitjà, Hoya de Buñol, Ribera Alta, Vall d’Albaida, l’Alacantí, Marina Baixa, l’Alcoià y Alto Palancia.

Entre las medidas fitosanitarias que deben adoptar los agricultores, tanto en los campos productivos como en aquellas parcelas de almendro abandonadas, y que la organización agraria pide que asuma la administración autonómica, se incluyen retirar y destruir las almendras afectadas antes de la salida de los adultos para no contribuir a la diseminación de la plaga, realizar los tratamientos fitosanitarios en los momentos adecuados y con los productos recomendados por los servicios técnicos y extremar las medidas de limpieza de la maquinaria de recolección para evitar que restos de almendras afectadas constituyan focos de dispersión de la plaga. Asimismo, los almacenes receptores de almendra deberán destruir las almendras afectadas por la plaga de la avispilla recibidas en sus instalaciones. En caso de incumplimiento de las medidas fitosanitarias obligatorias, la Conselleria advierte de que podrá aplicar duras infracciones y sanciones.

Actualmente, las materias activas autorizadas en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para el control de esta plaga son lambda cihalotrin 10%, lambda cihalotrin 2,5%, lambda cihalotrin 1,5% y spirotetramat 10%. Estas materias activas no se deben utilizar durante la floración del cultivo, ya que pueden ser perjudiciales para las abejas y otros insectos polinizadores.

Según estimaciones de AVA-ASAJA, la superficie afectada por la avispilla del almendro supera las 40.000 hectáreas en estas once comarcas de la Comunidad Valenciana, con un grado de afección que en los peores casos echa a perder la totalidad de la cosecha. Su presidente, Cristóbal Aguado, señala que “si el Consell no ha impedido la introducción de esta plaga foránea, no ha puesto suficientes medios para frenarla y amenaza con multar a quien incumpla sus obligaciones, al menos debería ayudar a los agricultores en la lucha contra la avispilla del almendro”. La asociación también reclama compensaciones económicas por las pérdidas sufridas “derivadas de la evidente falta de control por parte del Consell frente a esta plaga que se introdujo en la Comunidad en 2015”,así como una mayor apuesta por la investigación dirigida a facilitar a los agricultores herramientas de control “verdaderamente eficaces”. La situación es  especialmente preocupante para los productores de almendra ecológica por la falta de productos para controlar la plaga.

Originaria del oeste de Asia, la avispilla del almendro se detectó en España en 2010, en Albacete. Actualmente, ya está presente en algunas zonas de Murcia, Aragón y la Comunidad Valenciana. En las variedades más susceptibles, de cáscara blanda, puede llegar a causar pérdidas de hasta el 90% de la producción.