La Comisión Europea acaba de renovar por quince años dos sustancias activas utilizadas en productos fitosanitarios. Así, el Reglamento de Ejecución (UE) 2018/1060 renueva hasta julio de 2033 la trifloxistrobina, estrobilurina con actividad fungicida preventiva, curativa y penetrante, especialmente activa contra ascomicetos, basidiomicetos, deuteromicetos y oomicetos, para aplicación foliar.

 

Además, el Reglamento de Ejecución (UE) 2018/1061 renueva la aprobación de la carfentrazona-etilo, herbicida utilizado en el control en postemergencia de amor del hortelano, verónica y otras malas hierbas de hoja ancha en cultivos de cereales. Esta autorización también expira en 2033.

Sin embargo, Bruselas no ha renovado la fenamidona, fungicida utilizado en el control de alternaria (Alternaria sp.), Pythium ultimum, mildiu de la cebolla (Peronospora destructor), mildiu de la col (Hyaloperonospora brassicae), mildiu de la lechuga (Bremia lactucae), mildiu de la patata (Phytophthora infestans), mildiu de la veza (Peronospora viciae) o mildiu de la vid (Plasmopara viticola), entre otras enfermedades. Así lo indica el Reglamento de Ejecución (UE) 2018/1043. La CE concede a los Estados un periodo de gracia que expira el 14 de noviembre de 2019 para retirar las autorizaciones de los productos fitosanitarios que contienen esta sustancia activa.

Según observó la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), “no fue posible llegar a una conclusión sobre el potencial genotóxico de la fenamidona ni establecer valores de referencia basados en criterios de salud. Por ello no pudieron evaluarse los riesgos para los consumidores ni los riesgos no alimentarios”. Además, indicó que existen muchas posibilidades de una contaminación de las aguas subterráneas por un metabolito de relevancia toxicológica (RPA 412708) superior al límite paramétrico del agua potable de 0,1 μg/L en todas las hipótesis pertinentes para el cultivo en suelos de pH predominantemente igual o superior a 7. La EFSA tampoco pudo completar la evaluación del riesgo de exposición de los consumidores a otro metabolito de las aguas subterráneas (RPA 412636) que también se encuentra en alimentos de origen vegetal y animal, ni la evaluación del riesgo para los mamíferos silvestres, como no pudo descartar un alto riesgo para los organismos acuáticos derivado de la exposición al metabolito acetofenona.