La Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural ha aprobado la distribución entre las comunidades autónomas de 12.050.000 euros en ayudas destinadas a las centrales de acondicionamiento de fruta afectadas por las heladas asociadas a la borrasca Ciril del pasado mes de abril. Los beneficiarios son las organizaciones de productores de frutas y hortalizas, entidades que ostentan la titularidad de las centrales de acondicionamiento, para asegurar su viabilidad, según el ministro Planas.

 Con esta línea se da apoyo a las empresas de los sectores de fruta de hueso, fruta de pepita y frutos secos, que fueron los más perjudicados por la citada borrasca. De esta forma, se contribuye a paliar la pérdida de facturación sufrida por estas empresas al verse significativamente mermado el volumen de fruta que procesan y acondicionan, lo que dificulta la cobertura de sus costes fijos.

El ministro ha explicado que el Gobierno consideró que era necesario completar con estas ayudas a las centrales hortofrutícolas las indemnizaciones de los seguros agrarios a las que han tenido derecho las explotaciones. Según los datos de Agroseguros, las heladas de la borrasca Ciril afectaron a 93.000 hectáreas de cultivo de frutas y han supuesto un volumen de compensaciones de más de 244 millones de euros.

Aprovechando la celebración de la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo rural, la nueva consellera de Agricultura de la Comunidad Valenciana, Isaura Navarro, ha mantenido su primer encuentro con Planas, al que ha pedido “la necesaria rigurosidad de los controles en las fronteras de la Unión Europea para evitar que entren nuevas plagas procedentes de terceros países”. Navarro ha remarcado que “la citricultura valenciana ya lleva muchos años de sufrimiento producido por nuevas plagas. A los costes de cultivo que se incrementan exponencialmente, a tratados internacionales que no nos benefician o a la competencia desleal de precios otros países, tenemos que sumar más gastos a los que hacer frente gastando en tratamientos con plaguicidas para combatir plagas que no son nuestras”.

La consellera ha destacado que, respecto al uso de plaguicidas que son ilegales en la UE pero que sí que utilizan otros países importadores, “no hay que bajar la guardia para garantizar la seguridad y sanidad alimentaria, porque atenta contra los consumidores europeos que estamos comprando productos importados con restos de plaguicidas que ya no utilizamos aquí”. Así, Navarro ha insistido en la necesidad de “controlar los productos que vienen, y los tratados internacionales hace falta que tengan en cuenta esta problemática para proteger nuestro campo y nuestra agricultura. Avanzar en la reducción de plaguicidas es necesario siempre que vaya acompañado de una limitación de lo que puede venir de terceros países, teniendo en cuenta que pueden ser importadores de plagas”. La consellera ha felicitado al ministro por los éxitos conseguidos con el tratamiento en frío para las naranjas de terceros países y ha remarcado que se garantice que se haga “con total rigurosidad”. En esta línea, también ha pedido aumentar controles de plagas que el tratamiento en frío no elimina, como la mancha negra de los cítricos, que ha sido detectada en cítricos procedentes de Suráfrica y países sudamericanos.