La grave crisis en la que se encuentra la campaña citrícola ha provocado la reactivación de la Interprofesional Citrícola Española -organizaciones agrarias y operadores comerciales-, cuyos miembros se han reunido para analizar la situación y consensuar una serie de medidas para trasladar a las Administraciones. Intercitrus, que llevaba más de una década sin actividad, asume la defensa de los intereses del sector en un momento complicado.

 

En la primera reunión de la interprofesional, celebrada en Valencia el 18 de diciembre, participaron responsables de las organizaciones agrarias ASAJA, UPA y COAG -como representantes de los productores- y del Comité de Gestión de Cítricos (CGC) y Cooperativas Agro-alimentarias de España -en nombre de los operadores comerciales-.

Entre las reivindicaciones del sector citrícola, se incluyen medidas del ámbito de la sanidad vegetal como exigir la reciprocidad de las normativas europeas en materia fitosanitaria y laboral, reforzar las medidas para la detección precoz de organismos nocivos foráneos y sus vectores para evitar su entrada y asentamiento. Además, reclama un plan de reestructuración para las variedades con problemas comerciales, la retirada de un volumen suficiente de cítricos para aliviar el mercado en fresco, el estudio sobre el impacto de los acuerdos comerciales con terceros países, promover la contratación de personal altamente cualificado en Bruselas para que defienda de manera permanente y activa los intereses de la citricultura y mejorar los mecanismos de gestión de crisis dentro de la reforma de la PAC.

Por el momento, el Ministerio de Agricultura ha anunciado su intención de favorecer la retirada del mercado en fresco de 50.000 toneladas para, de este modo, contribuir a descongestionarlo y propiciar una mejora de la coyuntura. Esas naranjas y mandarinas se destinarán a la industria para su transformación en zumos, que serán distribuidos de manera gratuita a través de las llamadas Organizaciones de Productores (OPs).

Al poco de reaparecer Intercitrus, sus representantes se reunieron con el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y su consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián. La Comunidad Valenciana concentra el 70% de la producción española de cítricos.

En el encuentro se abordó la puesta en marcha de medidas destinadas al fortalecimiento de la propia organización y sus demandas, a las que la Generalitat dará respaldo, con el fin de articular líneas de trabajo conjunto. En este sentido, el Gobierno autonómico anunció que desarrollará un Plan Estratégico de reconversión sectorial citrícola que permita planificar con un periodo mínimo de quince años el futuro de la producción citrícola valenciana. En este plan se deberá prever y diseñar el mapa de variedades que conviene a la Comunidad Valenciana, los objetivos en cuanto a producción, los mercados a los que debe exportarse esa producción, las estructuras productiva, comercial e industrial aconsejables y el papel de los diferentes actores.

Asimismo, la Generalitat ampliará las misiones comerciales, que se seleccionarán conjuntamente con el sector, para abrir nuevos mercados para la naranja, y apoyará la presencia del sector en Bruselas con el refuerzo de la oficina dedicada a la singularidad del sector citrícola valenciano. También prevé desplegar una campaña de promoción del consumo de cítricos a nivel nacional e internacional.

Un estudio elaborado por La Unió de Llauradors estima que las pérdidas de la primera parte de la campaña citrícola ascienden a 130 millones de euros, en gran parte (85 millones de €) por “la masiva presencia de fruta de terceros países”, especialmente Sudáfrica, “en los lineales de los supermercados europeos hasta mitad de noviembre”. Los efectos de las lluvias explicarían el resto de las pérdidas (45 millones), según el estudio presentado por la organización profesional agraria.