La Mesa de la Langosta se ha reunido esta semana para tratar la situación extraordinaria causada por los numerosos enjambres de Dociostaurus maroccanus en Extremadura, especialmente en la zona de Cabeza del Buey y de Zarza Capilla. Allí se planteó que las parcelas de agricultura ecológica podrían ser el origen de algunos nacimientos de larvas que posteriormente han favorecido la propagación de la plaga en los terrenos donde normalmente se concentran en la fase final del ciclo biológico.

La Consejería de Agricultura extremeña está trabajando con el ministerio para realizar algún tipo de tratamiento o plan de choque sobre esas explotaciones ecológicas, con algún producto autorizado o con tratamientos que puedan ser mecánicos, y que de alguna manera puedan disminuir la población de langosta mediterránea para el próximo año.

El director general de Agricultura y Ganadería autonómico, Antonio Cabezas, presidió la reunión, a la que asistieron representantes de ayuntamientos, organizaciones agrarias y cooperativas, la Universidad de Extremadura y diversas asociaciones ecologistas. Tras analizar la situación actual en la que se encuentra la plaga, se tomó la decisión de incrementar y mejorar los distintos canales de información en la próxima campaña, y solicitar la colaboración de ganaderos y agricultores para que trasladen los datos necesarios con respecto a las puestas en sus fincas, para que los equipos de prospección y de tratamiento puedan adelantar sus trabajos y tratar esas zonas para prevenir ante situaciones similares.

Asimismo, se decidió tomar medidas sobre las puestas, con la posibilidad de roturar algunos de los terrenos donde las hayan realizado durante los meses de otoño, para disminuir que puedan salir las larvas el próximo año.

Este año, se han realizado tratamientos fitosanitarios en 271 hectáreas en Badajoz, fundamentalmente en la zona de la serena, mientras que en 2021 se cubrió un total de 157 hectáreas. La campaña se realiza desde hace años en Extremadura, con un coste para la administración cercano a medio millón de euros.

Miles de hectáreas, tanto de pastos como de cereales, han quedado afectadas o completamente arrasadas por la plaga. “Son muchos los agricultores de la zona que han perdido totalmente su producción y, en el mejor de los casos, otros tendrán una reducción importante de cosecha”, ha lamentado el secretario general de UPA-UCE, Ignacio Huertas. La organización agraria propuso en la reunión cinco medidas para compensar a los agricultores afectados y mejorar el control de la plaga: realizar un seguimiento de los daños a través de los ayuntamientos afectados; establecer ayudas a los productores; mejorar la información a difundir en las próximas campañas a través de un teléfono directo; elaborar un tríptico informativo para los agricultores y ganaderos con los pasos más importantes a seguir en las explotaciones extremeñas y realizar jornadas informativas con los productores en los municipios afectados.