La tormenta de lluvia, viento y pedrisco que descargó ayer en la comarca Utiel-Requena ha provocado unas pérdidas económicas elevadas, según las primeras estimaciones de AVA-ASAJA (30 millones de euros) y La Unió de Llauradors (superiores a 20 millones). El granizo afectó a unas 30.000 hectáreas de cultivo, de las cuales casi la mitad registran daños superiores al 70% de la producción.

La franja que se ha llevado la peor parte se sitúa en el noroeste de la comarca, en los términos municipales de Camporrobles, Fuenterrobles, Villargordo del Cabriel y Venta del Moro. El cultivo más castigado es la viña, no solo por la destrucción de cosechas de cara a la próxima vendimia, sino también por las lesiones en la madera que dificultarán las labores de poda y repercutirán muy negativamente en la producción de los años siguientes. Además, el arrastre de tierras ocasionado por las precipitaciones torrenciales ha tumbado estructuras de espalderas que sostienen las viñas, lo que obligará a los agricultores a realizar inversiones para replantar sus explotaciones, según la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).

Otros cultivos severamente afectados son el almendro y el olivar (con especiales daños en aquellos plantones jóvenes, que han sido literalmente arrancados del suelo) y los cereales pendientes de segar. En cuanto a las infraestructuras agrarias, además de las espalderas de viñedo, se aprecian graves desperfectos en caminos rurales, muros, márgenes de campos, instalaciones de riego, etc.

AVA-ASAJA solicita a la conselleria de Agricultura que facilite, a la mayor brevedad posible, tratamientos fungicidas que permitan cicatrizar las heridas en la madera y evitar así la introducción de hongos en el interior de los cultivos, si bien advierte de que en muchas zonas bajas, a causa de la inundación de agua, no será posible entrar con maquinaria para realizar estos tratamientos con la debida rapidez y eficacia. Asimismo, la organización agraria reclama a las distintas administraciones una serie de ayudas directas y medidas fiscales que permitan a los agricultores compensar parte de las pérdidas sufridas. Por su parte, La Unió también ha solicitado a Agroseguro que haga una inspección de la zona afectada y agilice el proceso de las peritaciones para que comiencen lo más pronto posible.