El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha mostrado su satisfacción por el acuerdo político alcanzado por los Estados miembros en torno a la futura Política Agraria Común (PAC) 2021-2027, que destinará el 40% de su presupuesto a objetivos climáticos y medioambientales.

La próxima PAC se aplicará el 1 de enero de 2023. Habrá un periodo transitorio, 2021 y 2022, durante el cual agricultores y ganaderos seguirán percibiendo las ayudas conforme al nuevo presupuesto, 47.724 millones de euros, si bien con las reglas de la anterior PAC.

Planas ha enfatizado que el texto de consenso alcanzado en el transcurso del Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca se corresponde “exactamente” con lo que España había pedido. Tras más de dos años y medio de negociaciones y cinco presidencias, el ministro ha valorado el trabajo de la presidencia alemana de este semestre para lograr esta posición de consenso de los Estados miembros y que concita los intereses defendidos por España. “El acuerdo de hoy es un hito para la política agrícola europea. Los Estados miembros demostraron su ambición de lograr normas medioambientales más estrictas en la agricultura y, al mismo tiempo, apoyaron la flexibilidad necesaria para garantizar la competitividad de los agricultores. Este acuerdo cumple la aspiración de una PAC más ecológica, justa y sencilla”, ha destacado, por su parte, Julia Klöckner, ministra federal de Alimentación y Agricultura de Alemania.

El ministro español ha asegurado que la clave de este acuerdo es el equilibrio entre la sostenibilidad de agricultores y ganaderos, a través de la ayuda básica a la renta, y la nueva arquitectura verde de la PAC, que se promoverá con los llamados ecoesquemas -ayudas complementarias para cumplir con prácticas beneficiosas para el medioambiente-. Con el acuerdo adoptado, España podrá destinar el 60% del presupuesto de pagos directos a la ayuda básica a la renta. Esta ayuda pasará a integrar los elementos del pago verde actual, configurando el modelo de condicionalidad reforzada, de manera que agricultores y ganaderos recibirán la ayuda básica a la renta, cumpliendo estrictos requisitos y buenas prácticas en materia de clima y medio ambiente.

 El 20 % de las ayudas directas se destinará a los ecoesquemas, que se aplicarán en 2023, con la entrada en vigor de la nueva PAC. En los dos primeros años, denominados “de aprendizaje”, los fondos que no se utilicen podrán destinarse a otras intervenciones, particularmente a la ayuda básica a la renta. Habrá la flexibilidad necesaria para que los Estados diseñen sus propios ecoesquemas en función de sus necesidades. Así se avanzará a la transformación medioambiental agraria para alcanzar los objetivos medioambientales y climáticos propuestos por la Unión Europea.

 El ministro ha destacado que el enfoque de género se integra por primera vez en la PAC como parte de sus objetivos específicos. Así, se podrán contemplar intervenciones en el Plan Estratégico en las que se discrimine positivamente a la mujer para que tenga más oportunidades de asumir el papel de titular de explotación agraria o pequeña y mediana empresa agroalimentaria en el medio rural. “Aspiramos además a que la mujer desempeñe un papel más activo y visible en las comunidades rurales como líder de las empresas, organizaciones y cooperativas de su entorno”, ha recalcado el ministro.

 Los jóvenes, ha comentado el ministro, también serán más protagonistas en esta nueva PAC: se tendrá que destinar al menos el 2% de los fondos de la PAC a los jóvenes agricultores, a través de complementos de pago en el primer pilar (ayudas directas) y ayudas a la primera instalación, que podrán alcanzar hasta 100.000 euros por joven que se instalan por primera vez.  Además, el nuevo enfoque de la PAC permitirá diseñar medidas de apoyo a los jóvenes agricultores más adaptadas a superar las barreras que dificultan su incorporación (por ejemplo, asignación de tutores, programas de intercambio, formación, etcétera).

A partir de 2023, los agricultores y ganaderos podrán recibir las ayudas, sin tener que presentar formalmente una solicitud. Para ello, se hará un uso intensivo de las nuevas tecnologías, utilizando el seguimiento de los cultivos mediante las últimas tecnologías de imágenes de satélite (imágenes Sentinel), lo que permitirá capturar directamente los datos necesarios de las solicitudes de ayuda y reducir sustancialmente los controles físicos sobre el terreno. Esta será, según el ministerio, una PAC más simplificada, para que el agricultor tenga que perder menos tiempo en trámites administrativos y pueda dedicar más tiempo a gestionar su explotación.

Respecto a los programas sectoriales destinados a apoyar a sectores concretos a través de organizaciones de productores, el 3% de los pagos directos se puede destinar a programas sectoriales, a través de organizaciones de productores.

 La transición digital será un complemento necesario de la transformación ambiental. Se mantienen las ayudas a la innovación a través de la Asociación Europea para la Innovación y se potencia el sistema para el conocimiento y la innovación en la agricultura (Agriculture Knowledge and Innovation System, AKIS). De esta forma, se facilitará la transición digital para que la innovación llegue a todos, particularmente a medianos y pequeños agricultores y para que a través de la formación, puedan hacer el mejor uso de las nuevas tecnología y acceder a los ecoesquemas y ayudas de la nueva PAC.