La Unió de Llauradors ha reclamado agilidad a la Comisión Europea para la implantación, dentro de la estrategia De la granja a la mesa, de la reciprocidad en el uso de productos fitosanitarios y las formas de producción, y que aumente los presupuestos para que los Estados miembros puedan elevar el volumen de inspecciones con controles periódicos de los productos importados, y que sean más frecuentes las auditorías a terceros países.

 “Quienes acepten estas formas y estos usos como nosotros para entrar sus productos a Europa bien, y a los que no pues para atrás. No podemos ser siempre los paganos”, exige Carles Peris, secretario general de la asociación agraria. “Nos imponen desde la Unión Europea unas formas de producción con los estándares más estrictos a nivel mundial, todo con el objetivo de mejorar la seguridad de los consumidores y los aspectos ambientales, algo que no nos parece mal pero siempre que fuera igual para todos porque así estamos en una situación de competencia desleal y con un incremento de costes debido al uso desigual de productos fitosanitarios respecto a los de terceros países”, añade.

La Unió denunció recientemente la detección de plaguicidas en cítricos procedentes de Sudáfrica cuyo uso está prohibido por parte de los agricultores europeos. La organización agraria acusa a Bruselas de “lanzar balones fuera” en esta cuestión cuando respondió (a las eurodiputadas socialistas españolas Inmaculada Rodríguez-Piñero y Clara Aguilera) que los Estados miembros son los responsables de llevar a cabo los controles oficiales de los alimentos y piensos importados en la Unión Europea teniendo en cuenta criterios basados en el riesgo. “Las autoridades comunitarias dan una vez más pruebas de su cinismo y cuando algo les interesa lo controlan, pero cuando se trata de una cuestión conflictiva se lavan las manos y echan las culpas a otros, máxime cuando hablamos además de temas que le competen”, acusa Peris.

“Tenemos continuos problemas para combatir las plagas ante la reducción paulatina de los productos fitosanitarios existentes, hacemos el esfuerzo de cultivar con costes cada vez más elevados por ello, no nos negamos a emplear pesticidas más sostenibles y seguros, apostar por las prácticas biológicas como método de lucha, pero no puede ser que todo recaiga a cuenta nuestra”, reclama el secretario general de la asociación agraria valenciana.