La estimación de indemnizaciones a abonar por Agroseguro por los siniestros producidos entre enero y septiembre de 2022 se eleva hasta los 695 millones de euros, un 11% más que en todo 2021. A falta de tres meses para terminar el año, este ejercicio podría ser el de mayor siniestralidad del seguro agrario.

Este incremento se debe, principalmente, a dos fenómenos meteorológicos: los daños masivos provocados por la intensa helada registrada durante varias noches consecutivas –con mínimas de hasta 8 ºC bajo cero en puntos del interior– de la primera semana de abril, con daños superiores a los 220 millones de euros en producciones cuyo ciclo anual se encontraba en floración o en estadios iniciales de crecimiento de brotes y frutos, especialmente frutales del valle del Ebro y almendro de Castilla-La Mancha; y a la falta de precipitaciones, altas temperaturas y golpes de calor registrados de manera constante durante el final de la primavera y el verano. Hasta el momento, la estimación de indemnizaciones ya suma más de 125 millones de euros, con el cereal, el girasol, el viñedo, el olivar y algunas hortalizas como principales producciones afectadas.

También se han registrado otros eventos, como los temporales de lluvia y viento registrados durante febrero y marzo, con especial afección de los cítricos, o los pedriscos, que se han sucedido de manera local y constante durante la primavera y el verano y han sumado más de 110 millones de euros en indemnizaciones.

Además, el volumen de siniestros en las líneas de seguros pecuarios crece un 6% respecto al pasado año, con 111 millones de euros en indemnizaciones entre enero y septiembre.

2022 podría batir –de nuevo– el récord de siniestralidad y, según Agroseguro, constata cómo la realidad climática actual cada vez pone más en riesgo el futuro de las explotaciones, lo que refuerza la importancia del seguro como garantía para los productores.

Agroseguro, que ya ha abonado casi el 80% del total de indemnizaciones (550 millones de euros), destaca que “ahora es el momento de suscribir las modalidades de otoño de los seguros de importantes producciones agrícolas, como los cultivos herbáceos extensivos (cereales, leguminosas, oleaginosas, arroz), la uva de vino, el olivar, el ajo o los frutos secos, a través de los módulos que incluyen protección frente a todos los riesgos, entre ellos la sequía, la helada o el pedrisco, los más frecuentes en los últimos años”.