La reducción del límite máximo de residuos (LMR) del acetamiprid, que la Unión Europea va a imponer a determinados productos agrícolas a partir del 19 de agosto, afecta gravemente al Plátano de Canarias, ya que es el insecticida más eficaz y utilizado para el control de las moscas blancas espirales y la cochinilla algodonosa Dysmicoccus grassii. La pasividad del ministerio, que tuvo la oportunidad de intentar evitar esta medida, deja en una posición muy vulnerable a los productores canarios.

En noviembre de 2020, Francia solicitó a la Comisión Europea que prohibiese el acetamiprid por haber detectado riesgos para la salud de las personas y del medio ambiente. Un informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) confirmó las dudas sobre la neurotoxicidad de la sustancia, y recomendó bajar las cantidades admisibles en la ingesta diaria (de 0.025 mg a 0.005 mg por cada kg de peso de la persona) en algunos productos. Entre ellos, el plátano, que debe bajar el LMR hasta el nivel de detección 0.01 mg/kg, según el Reglamento (UE) 2025/158.

Una decisión que podría haberse intentado evitar: la Comisión propuso a los Estados miembros que aportasen prácticas y técnicas alternativas al uso establecido del acetamiprid, con las que poder reducir la ingestión diaria, pero ninguno ofreció alternativas para el plátano, por lo que es uno de los productos afectados por esta medida. “No se entiende que el Ministerio de Agricultura no informase al sector ni a la Consejería de Agricultura de Canarias de que este tema estaba en curso, para haber planteado en su momento opciones de uso que disminuyeran el contenido de la sustancia en los plátanos”, lamenta Javier López Cepero, coordinador del Departamento Técnico de COPLACA, la principal cooperativa del sector platanero canario. Precisamente, el ensayo que pidió la Comisión lo están haciendo ahora, con el Reglamento ya publicado, BASF, la Asociación de Productores de Plátanos de Canarias (ASPROCAN) y la propia Consejería.

La dificultad para controlar las poblaciones de las moscas blancas espirales Aleurodicus dispersus y A. floccissimus complica el éxito del control biológico de otras plagas de las plataneras, al tener que recurrir al uso de insecticidas químicos que pueden afectar a los enemigos naturales. Todavía no se han conseguido resultados satisfactorios en el control de estas dos especies de origen neotropical que aparecieron en el cultivo de platanera en los años noventa y cuyas ninfas segregan material céreo y excreciones azucaradas sobre el cual crece también la fumagina, lo que reduce la capacidad de fotosíntesis y la transpiración de la planta. Pese a su búsqueda desde hace años, todavía no se han encontrado enemigos naturales de probada eficacia. Actualmente, el manejo correcto incluye comenzar con lavados de agua a presión, a la que se puede añadir jabón fosfórico o potásico, antes de aplicar las materias autorizadas.

La Comisión propuso a los Estados miembros que aportasen prácticas y técnicas alternativas al uso establecido del acetamiprid, pero ninguno ofreció alternativas para el plátano

En los doce años que el acetamiprid está autorizado en platanera, se ha comprobado que tarda meses en degradarse. “En las auditorías internas de rutina que tenemos que hacer para GlobalGap y Producción Integrada, donde se hace toma de muestra y verifican los registros de tratamientos, se comprueba que sigue apareciendo por encima de 0.01 mg/kg incluso a los tres meses de haber tratado. Por eso, hay que tener en cuenta que la fruta que llegue al mercado a partir del 19 de agosto, supone un riesgo si ha sido tratada”, advierte López Cepero, que ha anunciado el compromiso de COPLACA, “al margen del ensayo oficial y de las negociaciones que se lleven a nivel político”, para “desarrollar y divulgar las alternativas para el control de mosca blanca y cochinilla, tanto las que se aplican ya en varias fincas como las que se puedan generar”.

El responsable de COPLACA, la mayor de las organizaciones de productores de plátanos de Canarias, que agrupa al 33% del sector, participa en el Encuentro Innovaciones y Retos en Sanidad Vegetal de Frutales Subtropicales, que se celebra el 13 y 14 de mayo en el Salón de Actos de TROPS (Vélez-Málaga), donde impartirá la ponencia Cultivar y respetar la biodiversidad en monocultivos tropicales.

Promovido por la editorial Phytoma, en colaboración con la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, se trata del primer encuentro dedicado exclusivamente a la sanidad vegetal en los cultivos subtropicales, que se enfrentan en la actualidad a importantes retos y amenazas: la expansión de la superficie y la introducción de especies exóticas han provocado la aparición de nuevas plagas y enfermedades, que encuentran un ambiente propicio para su desarrollo en un contexto de aumento de temperaturas y escasez de agua debido al cambio climático.

El plátano, junto al aguacate, el mango o la chirimoya, será uno de los protagonistas del Encuentro, y los asistentes tendrán la oportunidad de consultar y debatir sobre el impacto que esta limitación tendrá en la sanidad de las plataneras.

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