Los sistemas de ayuda en la toma de decisiones (DSS, por sus siglas en inglés) pueden reducir a la mitad el número de aplicaciones fungicidas y mantener el mismo nivel de eficacia en el control de las enfermedades que las estrategias habituales a calendario, según un estudio realizado por el IVIA y el Instituto Nacional de la Investigación Agronómica de Francia (INRAE).

Este trabajo recopila datos procedentes de ochenta experimentos a nivel mundial, donde se comparan las estrategias habituales de aplicación frente a otras basadas en DSS, herramientas digitales basadas en modelos de predicción de riesgo de enfermedad y umbrales de intervención, que permiten ajustar con precisión la aplicación de fitosanitarios a los cultivos. Cuando el número de pulverizaciones se redujo en un 50% con DSS, el aumento resultante en la incidencia de la enfermedad nunca superó el 5,1% de los niveles observados con los programas estándar basados ​​en el calendario. Los resultados ponen de manifiesto el potencial de estas herramientas tecnológicas para lograr el objetivo europeo de reducir a la mitad el uso de fitosanitarios químicos en 2030. “Nuestro estudio muestra que el objetivo de una reducción del 50% en la cantidad de fungicidas previsto por la estrategia De la granja a la mesa no es una utopía. Se deben tomar acciones efectivas para asegurar el desempeño de los DSS a través de una rigurosa calibración y evaluación, facilitar la disponibilidad de los datos necesarios para su implementación y comprometerse con los productores para mejorar el grado de adopción”, explica en un blog Elena Lázaro, investigadora del IVIA y autora, junto a Antonio Vicent y David Makowski, de este trabajo cuyos resultados han sido publicados recientemente en la revista científica Nature.

Además de minimizar los costes económicos y medioambientales del control de las enfermedades en cultivos agrícolas, la reducción en número de aplicaciones ayuda también disminuir el riesgo de aparición de resistencias a los fungicidas, uno de los principales problemas actualmente en la Unión Europea. “La reducción del número de pulverizaciones minimiza el tiempo de exposición y la selección general de resistencia a los fungicidas. Por lo tanto, una reducción en el número de aerosoles basados ​​en DSS puede disminuir sustancialmente el riesgo de desarrollar resistencia y extender la vida efectiva de los fungicidas”, asegura Lázaro.

Con unas 165.000 toneladas anuales, los fungicidas representan el 46% del total de fitosanitarios utilizados en la UE, tanto en agricultura convencional como ecológica. Con cerca de 39.000 toneladas anuales, supone también el grupo de fitosanitarios de mayor uso en España.