Los eurodiputados se oponen, en resoluciones no vinculantes, a los planes de la Comisión Europea de autorizar las importaciones de productos que contienen tres cultivos modificados genéticamente resistentes al amonio, el glifosato y el glufosinato.

Estas autorizaciones cubren la importación de productos que contienen o consisten en OGM Maíz MZHG0JG, Maíz MON 89034 y soja A2704-12. Estos cultivos se han hecho tolerantes a los herbicidas a base de glifosato, glufosinato y amonio. Según denuncian los eurodiputados, varios estudios demuestran que tales cultivos transgénicos dan como resultado un mayor uso de herbicidas. El cultivo puede estar expuesto a dosis repetidas, lo que puede conducir a una mayor cantidad de residuos en la cosecha, señalan. Las resoluciones fueron aprobadas con 436 votos a favor, 208 en contra y 16 abstenciones (maíz MZHG0JG), 435 votos a favor, 207 en contra y 18 abstenciones (maíz MON 89034) y 426 votos a favor, 208 en contra y 20 abstenciones (soja A2704-12).

Respecto a las importaciones de soja modificada genéticamente, los eurodiputados destacan que su producción es un factor clave de la deforestación en América del Sur. La Unión Europea es el segundo mayor importador de soja del mundo, la mayoría para alimentación animal. El análisis realizado por la Comisión Europea encontró que este cultivo ha sido, históricamente, el principal contribuyente de la UE a la deforestación global. Además, una encuesta reciente de la Unión Europea reveló que casi el 90% de los encuestados cree que se necesitan nuevas leyes para garantizar que los productos vendidos en la UE no contribuyan a la deforestación global.

Por otro lado, el pasado miércoles los eurodiputados mantuvieron un debate con la Comisión Europea sobre el proceso de autorización para las importaciones de organismos modificados genéticamente. En él criticaron que, desde que entró en vigencia el actual proceso de autorización de transgénicos, cada decisión de autorización ha sido tomada por la Comisión sin el apoyo de una mayoría calificada de los estados miembros, lo que convierte la excepción en norma.